En las últimas horas dos casos de femicidio que estaban bajo investigación quedaron sin sospechosos: se trata de la muerte de Jésica Olguín (33), quien fue abusada sexualmente y luego maniatada y asfixiada en enero de 2023 en Las Heras,; y el homicidio de Pamela Elizabeth Cuello (38), cuyos restos fueron encontrados calcinado en un descampado en Las Heras, el 26 de agosto 2024.
El caso de Jésica quedó impune: hoy condenaron a Juan Manuel Tarrés, (49), su ex pareja, por “lesiones leves dolosas” a la pena de 3 años y 6 meses de prisión, luego de que la semana pasada un tribunal popular lo declarara “no culpable” por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal, homicidio agravado por el vínculo y por ser cometido en perjuicio de una mujer en contexto de violencia (femicidio)”, delitos cuya única pena posible era la prisión perpetua. De esta forma la muerte de Olguín quedó impune tras ser investigada en un juicio por jurados.
El caso de Elizabeth Cuello es distinto: en los últimos días la fiscal de Homicidios Claudia Ríos, ordenó el recupero de libertad de Eduardo Casanova (35) por falta de pruebas, luego de conocer el resultado de la necropsia.
Pero ayer la jueza Miriam Núñez, del Juzgado Penal Colegiado N° 2, dictó la prisión preventiva de Casanova por otros dos causas que investiga Ríos: por lesiones leves a su pareja en contexto de violencia de género, y por amenazas agravadas con arma y desobediencia, en relación a otra mujer. Por estas dos causas, el hombre seguirá detenido.
Un cuerpo incinerado
Casanova fue detenido en San Luis el 17 de septiembre pasado, cuando su mujer lo denunció por violencia de género. Diez días antes, el sujeto se había “mudado” de Mendoza a Villa Mercedes con su pareja y sus hijos de forma intempestiva.
Tras su detención, permaneció bajo la custodia de la Policía de la vecina provincia hasta que personal de la División Homicidios lo trajo de nuevo a Mendoza y lo puso a disposición de la fiscal Ríos, quien previamente había ordenado su búsqueda.
En principio había versiones poco consistentes en relación a la autoría del femicidio de Pamela y la pericia del Cuerpo Médico Forense no determinar la causa de la muerte ya que el cuerpo estaba incinerado, aunque se ha descartado que haya sido baleada.
Tampoco pudieron encontrar muestras de ADN de sospechoso de las muestras obtenidas en la escena del crimen.
El cuerpo de Cuello fue hallado el 26 de agosto pasado en un extenso descampado ubicado en Martín Zapata y Pascual Segura. Sólo una mano era visible y en ella se distinguían dos anillos, que aún tenía colocados: uno plateado en el dedo del medio y uno dorado en el anular. A 150 metros había una pierna, desde la rodilla hacia el pie, que habría sido removida por animales de la zona.
Al lado del cadáver había una cubierta incinerada, por lo que los primeros policías que llegaron al lugar resguardaron la zona y le dieron a la División Homicidios y a peritos de Policía Científica.
Cuello vivía en cercanías de donde sus restos fueron encontrados por un hombre que buscaba leña. La identidad de la víctima fue “confirmada por identificación palmar derecha”. Es que la mano derecha fue uno de los pocos restos que no sufrieron la acción total del fuego y sus huellas genéticas permitieron identificarla.
Abuso y asesinato
Jésica Olguín tenía 33 años y ya había denunciado a su presunto asesino por violencia de género, suceso por el cual había decidido separarse de él en 2021.
La joven era de Mar del Plata y dejó su ciudad para comenzar una vida en pareja con Tarrés en suelo mendocino, donde tuvo tres hijos.
A fines de 2021, Jésica denunció a Tarrés por maltratos y el hombre fue imputado por lesiones y amenazas, quedando en libertad ya que no tenía antecedentes penales. En cambio se le dictaron las restricciones para este tipo de violencia de género.
En abril de 2022 debía someterse a juicio pero el hombre nunca se presentó por lo que la Fiscalía de Violencia de Género lo declaró en rebeldía y solicitó su captura.
Pero el vínculo se había recompuesto: el día del crimen Tarrés estuvo con sus hijos en la pileta de un familiar y, luego los llevó a la casa de sus padres quienes esperaron que Jesica se comunicara con ellos para ir a buscar a los chicos. Pero esto nunca ocurrió ya que fue asesinada.
El 24 de enero de 2023 la joven fue asesinada en su casa de Las Heras tras ser abusada sexualmente y luego maniatada y asfixiada,
El hecho se conoció cuando un joven de 33 años acudió a la comisaría 36° y dijo que su hermano había llegado al loteo Tierra Nuestra, en calle Sánchez y Atarace de Guaymallén, diciendo que había asesinado a su ex pareja y que la mujer vivía en Molinero Tejeda al 3.112, en el barrio Los Chilenos de Las Heras.
De inmediato, personal policial se dirigió al lugar y constataron que yacía el cuerpo de sin vida de Jésica Olguín. Estaba en el interior de una habitación boca abajo, con la particularidad de encontrarse maniatada de pies y manos, con indicios de ahorcamiento.
Luego, efectivos de Guay mallen se trasladaron a la vivienda donde estaba el marido de la víctima fatal y encontraron Tarrés, acostado sobre una cama y profundamente dormido producto de haber ingerido pastillas para el sueño (Clonazepam).