Los investigadores del brutal homicidio ocurrido en un departamento de Guaymallén buscan identificar a los dos sujetos que, según los vecinos, salieron de la vivienda de la víctima con una bicicleta negra y verde.
Franco Patricio Aracena fue encontrado maniatado y amordazado ayer en su casa pero el crimen se habría concretado el viernes pasado.
Los investigadores del brutal homicidio ocurrido en un departamento de Guaymallén buscan identificar a los dos sujetos que, según los vecinos, salieron de la vivienda de la víctima con una bicicleta negra y verde.
Por un lado, la fiscalía de Homicidios se encuentra esperando el resultado del adelanto de la necropsia del cuerpo de Franco Patricio Aracena (31), que se está realizando en el Cuerpo Médico Forense.
Este estudio inicial arrojará la posible causa de la muerte de la víctima que habría sido golpeada en la cabeza, concretamente en la cara, según detallaron ayer desde el Ministerio de Seguridad y Justicia.
Pero el estudio podría adelantar el día y la hora aproximada en que fue asesinado Aracena, ya que si bien el cuerpo fue encontrado ayer- 30 de setiembre-, los vecinos y denunciantes sostienen que los dos sospechosos que aún no habrían sido identificados, salieron de la escena del crimen el viernes por la noche, por lo que no se descarta que el asesinato se produjo ese día, es decir el 26 de setiembre.
Por otra parte, personal de Policía Científica que trabajó ayer en el departamento ubicado en Rodríguez Peña al 800, en entre Cangallo y Las Encinas, volvió a hacerlo esta mañana para tratar con nuevos elementos que conduzcan a establecer la identidad de los sospechosos, ya sea través de huellas dactilares recogidas en la vivienda o bien de rastros de los que pueda seleccionarse muestras de ADN que podría servir luego para poder identificar personas.
Otro pista que se está siguiendo es la revisión de registros de cámaras de seguridad tanto públicas como privadas para ver si se puede dar con los dos sujetos que podrían haberse robado la bicicleta de la víctima u otros elementos de valor y que luego, uno o ambos se habrían marchado del lugar a bordo de una moto.
El caso es investigado como un asesinato bajo las directivas de la fiscal de Homicidios Claudia Ríos, quien ayer estuvo trabajando en la escena del crimen. Por ahora no se descarta ninguna hipótesis: desde un homicidio cometido para ocultar el robo, a una motivación por algún problema previo.
Aracena nació en Uspallata pero vivía desde hace varios años en el Gran Mendoza por cuestiones laborales y de estudio.
Ayer al mediodía, personal policial de la Comisaría 44° de Guaymallén arribó al complejo habitacional ubicado en Rodríguez Peña 885 de Villa Nueva para luego ingresar al departamento 3, donde residía Aracena.
La puerta estaba entreabierta y los uniformados se toparon con un escenario macabro: la víctima estaba sin vida en una habitación. Aracena había sido inmovilizado con ataduras en pies y manos, y tenía una especie de mordaza. Además de las ataduras, presentaba evidentes signos de violencia física en el rostro, lo que sugiere una agresión. Aunque el forense deberá determinar la causal precisa del deceso, todo indicaba que se trató de una muerte violenta.
Al no observarse forzaduras visibles en las cerraduras del inmueble, las fuentes policiales detallaron la hipótesis de que Aracena pudo haber conocido a sus agresores, o que estos aprovecharon un descuido, ya que es probable que los individuos habrían ingresado al complejo con el consentimiento de la víctima fatal.
Tras el hallazgo del cuerpo de la víctima, se dispuso el procedimiento de rigor, con la presencia de personal de la División Homicidios y de la Policía Científica, quienes realizan el levantamiento de rastros y peritajes.
Las primeras pistas ofrecidas por los vecinos señalaron a dos sujetos que fueron vistos el viernes por la noche, aproximadamente a las 21, saliendo del departamento con una bicicleta y dejando la puerta de la vivienda y del complejo abiertas.
Asimismo, un vecino relató haber visto el sábado pasado a dos hombres sospechosos en una moto negra de 110 centímetros cúbicos sin patente merodeando en la entrada del edificio.