Peterhansel, con el camino libre

Stéphane Peterhansel (Peugeot) ganó ayer la décima etapa del Rally Dakar 2016 y recuperó así el primer lugar de la general tras el abandono de Carlos Sainz.

El francés, que fue el más rápido de la especial disputada entre Belén y La Rioja, tiene todo servido para festejar un nuevo título.

“Monsieur Dakar” empleó un tiempo de 3h58’32’’ para los 245 kilómetros de la especial, que en un principio iba a ser de 278 pero que la crecida de ríos llevó a su acortamiento.

En segundo lugar arribó el francés Cyril Despres (Peugeot), a 5’40’’ y tercero lo hizo el ruso Vladimir Vasilyev (Toyota), a 12’56’’.

“Empezamos francamente mal la especial al perdernos cerca del km 32 y hemos dado vueltas durante al menos 15 minutos. Después decidí atacar a fondo porque sabía que era hoy (por ayer)  cuando debía hacerlo. La especial era complicadísima a nivel de navegación, fuera de pista y canales”, contó el nuevo líder de la general.

Un Príncipe en problemas

El qatarí Nasser Al-Attiyah (Mini), el único que podría quebrar la hegemonía del León, sufrió un vuelco al comienzo de la especial que le hizo perder mucho tiempo y terminó 14º a 52’25’’.  Quedó ahora segundo en la general, pero a una hora del francés, que de no tener algún inconveniente mayor con su vehículo, festejará el sábado una nueva corona.

“Dimos una vuelta de campana al chocar con un talud cuando llevábamos 10 kilómetros de especial y perdimos bastante tiempo en poder dar vuelta el auto. Hoy (por ayer) teníamos que correr riesgos, pero desde ese momento ha sido complicado, porque el coche no iba bien y estábamos obligados a terminar la etapa sin más complicaciones”, dijo el ganador de 2015.

“Al final estoy contento de haber llegado a meta. El techo y el sistema de refrigeración se han estropeado, y nos hemos parado varias veces para comprobar que todo iba bien. Somos segundos en la general y ahora nos toca conservar esa posición”, agregó Al-Attiyah.

Otra vez no podrá ser

El español Sainz no había comenzado bien el día al no poder encontrar el way point  nº 1 y después cerró su pésima jornada rompiendo la carcasa de la caja de cambios de su Peugeot en el kilómetro 213 del trazado cronometrado.

Con el paso cambiado

Orly Terranova (Mini) tuvo algunas complicaciones y cedió mucho terreno en la especial. El mendocino, que sufrió un vuelco, arribó 33º a 2h42’57’’ del vencedor. Tras esta mala jornada,  ahora se ubica a casi 5 horas del líder de la tabla acumulada, en la posición 15.

Ronnie Graue, su navegante, lo explicó todo: “En el kilómetro 20 se nos explotó una llanta; se trabó con el disco y se clavó el auto en un lugar que era la muerte. Cuando fuimos a salir nos enterramos. Luego nos volvimos a enterrar en unas dunas muy blandas”, dijo.

A su vez, Graue indicó que “el Mini venía con temperatura muy alta y no tenía potencia. Se puso en emergencia y seguimos como pudimos. Nos metimos a otras dunas después de haber pinchado un par más de veces”.

Los mendocinos también dieron tumbos. “Nos dimos vuelta en una olla, pero no pasó nada. Tuvimos mucha suerte porque habían unos chicos de Tunuyán, a unos 500 metros. Empecé a caminar y justo aparecieron estos pibes que nos ayudaron a dar vuelta el auto. Como no teníamos más gomas Orly paró a Van Loon, un compañero”.

Por su parte, el navegante Ricardo Torlaschi llegó a la meta junto al español Xavi Pons. Ocuparon el puesto 35º con la Ford Ranger.