Paradoja: economía que se infla con bolsillos que se desinflan

Parece que fin de año y verano 2013 se vienen con todo en materia de remarcación de precios. Ya hay importantes subas anunciadas en varios servicios (agua, gas, telefonía celular, etc.) y en alimentos para las Fiestas (carne de vaca, pollo, bebidas), lo que va a implicar una mesa navideña en consonancia con el 25% de inflación de 2012; por qué Moreno iba a acertar justo para fin de año, si la pifió durante el resto.

Tomemos un caso puntual, telefonía celular, empresa Movistar: si sumamos los tres aumentos autorizados (por el gobierno) para 2012, suman casi 28% (las competidoras tienen valores parecidos), es decir, un porcentaje testigo de la inflación que la presidenta negó en Harvard: “Si la inflación fuera del 25% el país ya hubiera estallado”, dijo Cristina (y sin ruborizarse).

Por supuesto que inflación no es sólo telefonía móvil más cara, pero cuando la gran mayoría de los productos (básicos para una familia) suben a tasas de entre 20-30% anual, ahí ya no hay dudas, la inflación (el promedio general) debe andar por ahí. Además, ese es el porcentaje que muestra la gran mayoría de las consultoras privadas, bastante lejos del 10-12% del Indec, que ya ni Pinocho cree.

Pero la cuestión es que para el año que viene se espera una cierta aceleración de la inflación, entre otras, por las siguientes razones:

- El ritmo de crecimiento de la base monetaria (emisión del BCRA) se proyecta en 40% anual; y todos sabemos que alguna relación hay entre dinero circulante y precios, seamos ortodoxos o heterodoxos.

- El crecimiento de la economía en 2013 se espera duplique el magro 1%-1,5% de este año, lo que implicará mayor consumo y, por lo tanto, oferentes (los vendedores) más proclives a retocar los precios a un ritmo mayor.

- Para ayudar a exportadores, se espera un mayor ritmo devaluatorio de nuestro peso con respecto al dólar y demás monedas extranjeras (tipo de cambio oficial), lo que va a implicar productos e insumos importados más caros en pesos (y también sustitutos nacionales de importación), efecto que también presiona en la inflación.

- Aumento de salarios entre 25-35% para sueldos en blanco, lo que acelera la inflación por el lado de los costos.

Lo que va quedando ya claro es que la inflación llegó al país para quedarse, el modelo K es intrínsecamente inflacionario, y lo que es peor, hereditario para los que vengan después de 2015, ya que una economía inflacionada no se desinfla de un año para el otro, salvo con una brutal recesión, que casi nadie quiere.

El modelo K busca fogonear permanentemente la economía, esa es su ley, entonces abusa del gasto público, las reservas del BCRA, la emisión monetaria y la sustitución de importaciones, entre otros excesos económicos.

Ergo, a falta de gobierno moderado, inflación no moderada. Para crecer sin inflación se necesita un fino equilibrio macro entre muchas variables, que este modelo hace rato perdió, en especial cuando, durante la primera presidencia de Cristina se perdió el superávit fiscal primario. Hoy tenemos un déficit primario del 2,5% del PBI, que sólo se cierra con deuda con Anses y emisión monetaria y/o reservas del BCRA, lo que retroalimenta la inflación. Es un complicado círculo vicioso.

El gran problema es que la inflación desata la famosa “puja distributiva” entre empresas y sindicatos, o mejor dicho, entre patrones y empleados, con resultados no siempre favorables al trabajador. Es por eso que muchos sienten que, a pesar de aumentos de sueldo una o dos veces al año, cuesta mucho llegar a fin de mes, la tarjeta está al límite y esto no para, va a seguir un tiempo más.

Y para el año que viene, aquellos que reciban aumentos inferiores al 30%, van a sentirse ultrajados por el lado del bolsillo, con toda razón; la “ilusión monetaria” se está empezando a acabar.

En síntesis, ante una inflación que no va a ceder, relájese y tenga fe: recuerde que dicen que Dios es argentino, ya nos dio a Maradona y a Messi, y puede llegar a inventar un “Cuestión de Peso” para países inflacionados, porque lo nuestro no es gordura, es inflación.

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