Múltiples tipos de cambio y una economía real cada vez más castigada

Hace tiempo que en nuestro país coexiste un dólar oficial con un dólar mayorista, un dólar turista, un dólar ahorro, un dólar para operaciones bursátiles (MEP y CCL), y un dólar Blue.

Múltiples tipos de cambio y una economía real cada vez más castigada
Hay más de 10 tipos de cambios en el país y la economía no despega.

Nuevas cotizaciones siguen apareciendo en el mercado dada la escasez de reservas internacionales. Con más de 10 tipos de cambio diferentes, la incertidumbre que esto genera es negativa para la economía real. Y, en efecto, es un claro reflejo del agotamiento de las reservas. A principios de octubre, las reservas fueron de u$s36,5 mil millones, el valor más bajo desde 2016. El dólar soja permitió impulsar transitoriamente las reservas, pero una vez que alcanzó los u$s38,3 mil millones el 20 de septiembre, retornaron a ubicarse en valores previos a la medida tomada. Más allá de que son medidas de corto plazo, ya que sus efectos se esfuman con el paso de los días, o con suerte en meses, se continúan anunciando políticas similares. Es decir, funcionan transitoriamente para frenar un problema que es estructural.

Hace tiempo que en nuestro país coexiste un dólar oficial con un dólar mayorista, un dólar turista, un dólar ahorro, un dólar para operaciones bursátiles (MEP y CCL), y un dólar Blue. Algunas cotizaciones han dejado de tener vigencia por decisiones oficiales (dólar soja) o perdieron relevancia por el resultado de tanta dispersión cambiaria (dólar ladrillo).

Y, en los últimos días, apareció el dólar Qatar, donde se estableció que para el turismo en el exterior y gastos con tarjetas en divisas que superen los u$s300 mensuales, se cargará una percepción adicional del 25%. Este porcentaje se adiciona al 30% del impuesto PAÍS y al 45% de la percepción a cuenta de Ganancias. Valor que se va a ir ajustando a medida que varíe el tipo de cambio oficial. La existencia de este dólar no implica que desaparezca el tradicional dólar turista. Por otra parte, el dólar lujo es para las compras de bienes de lujo en el exterior, como jets privados, joyas, vehículos de alta gama, etc. Se aplica el impuesto PAÍS del 30%, más el 45% por Ganancias y el 25% de bienes personales. Un dólar que termina siendo similar al dólar Qatar. El dólar tecno, con intenciones de fomentar un sector más que de evitar la salida de dólares. Las firmas de este sector pueden acceder a un 30% de las divisas que ingresaron por el aumento de exportaciones respecto a 2021. Y a ese porcentaje se le puede sumar un 20% adicional si radican nuevos negocios en el país. En pocas palabras, se busca que liquiden su remuneración a una divisa con un valor más cercano al dólar Blue. Por último, el dólar Coldplay, que aplica para los servicios contratados en el exterior de recreaciones y actividades artísticas como recitales, actividades deportivas, entre otros. Deberán pagar el impuesto PAÍS del 30%, por lo que con un dólar oficial como el actual, se ubicaría arriba de los $200.

Que convivan más de 10 tipos de cambio diferentes es un fuerte desincentivo a las inversiones en el sector real. ¿Por qué? Esencialmente, por tres motivos:

1- Desvía las inversiones hacia el sector financiero, al incentivar la especulación que resulta de cotizaciones diferenciales. Un ejemplo es el de obtener dólares a través de la compra de bonos en pesos y de su posterior venta en dólares por medio del dólar CCL

2- Fomenta actividades fraudulentas como la subfacturación de exportaciones (para liquidar una parte al dólar Blue y no al oficial) y la sobrefacturación de importaciones (para comprar la mayor cantidad de divisas posible a un precio bajo como el oficial)

3- El acceso restringido de dólares para importar que tienen muchos sectores productivos

Se debe reconocer que la existencia de múltiples tipos de cambio es consecuencia de un error de diagnóstico. La falta de reservas es un resultado de exceso de pesos que provienen del desequilibrio fiscal, y no a la inversa. Es por ello que es prioritario ordenar el gasto público para reducir el déficit fiscal, mejorar la gestión de las tarifas y de los planes asistenciales. No hay que olvidarse de que el BCRA tiene un balance como cualquier empresa, con un pasivo que es la base monetaria, un activo que son las reservas, y un patrimonio neto. El problema es que tiene un activo cada vez más chico para sustentar un pasivo cada vez más grande.

*El autor es profesor de la Universidad del CEMA

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