El Respeto, punto inicial de la convivencia democrática

Acabamos de vivir un hecho de mala educación civil y política por parte del gobernador Suárez que se declaró ofendido con el Presidente de la Nación Argentina y dejó plantado al invitado.

El presidente y el gobernador enfrentados.
El presidente y el gobernador enfrentados.

Al igual que lo que vemos año a año con el presupuesto nacional, que según el Radicalismo-Pro “se discrimina a la provincia”, cuando una y otra vez los datos muestran todo lo contrario, volvemos a ver cómo, una decisión tomada por el gobierno de Mendoza a espaldas de los Mendocinos, por ejemplo, dejar caer la obra de Portezuelo del Viento.

Hace un año atrás -2021- El gobierno provincial lo vende al tema, como una consecuencia del maltrato de la Nación hacia Mendoza. No hace falta aclarar, alcanza con ver las actas del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado, que la provincia no empezó ningún trámite para llegar al juicio arbitral, si no que únicamente manifestó su reclamo en la última audiencia. Nunca solicitó, fundó o presentó pedido alguno para un juicio arbitral (como exige el reglamento del COIRCO), y planteó un supuesto incumplimiento de los plazos de un “pronto despacho”. Y siempre, sabiendo que el laudo presidencial, iba a exigir los mismos puntos a los que se resolvió también por el Ex Presidente Macri.

¿Por qué este nivel de ineptitud extrema -como empezar el trámite para que el Presidente se expida- por parte del estado provincial en algo que es tan “central para la gestión”?

La respuesta es, justamente, para dejar caer un proyecto que no se quiere continuar -sin aceptar esta vuelta atrás- y para intentar victimizarse -una vez más-, y esperar la respuesta del Gobierno de la Nación, para echar culpas. Mala cosa.

Nos volvemos a encontrar frente a una victimización de las que el Radicalismo-Pro nos tiene acostumbrados: mucho discurso y pocas soluciones. Como hace mucho tiempo venimos marcando desde Protectora, hay que salir de la gestión por los medios y del petardismo político vacío y buscar consensos y soluciones de cara a los mendocinos, atándonos a los datos concretos y a la realidad. }

Esta manera de hacer política, declamativa, exacerbada y violenta, a la que nos tiene acostumbrado el gobierno provincial, solo termina en trabas para tomar las decisiones, y negociaciones por debajo de la mesa, espantando cada vez más, cualquier posibilidad de acuerdo entre todas las fuerzas políticas: es la clave de la polarización y la ruptura de las formas republicanas.

Tenemos que dar la vuelta de hoja en esta materia: si el gobierno del Radicalismo-Pro decidió pasar a un “plan-b” y tiene planes para gastar los más de 1.000 millones de USD -que, a pesar de la supuesta discriminación a la provincia, el gobierno nacional viene pagando puntualmente-, tenemos que hablar de frente a la sociedad y empezar la discusión para decidir qué obras realizar con esos fondos que se adeudan a la provincia.

Hay que terminar con el teatro. Tenemos que abrir la discusión a la comunidad, y tomar decisiones consensuadas, con audiencias públicas y participación de todas las fuerzas políticas. La provincia tiene necesidades reales y apremiantes de todo tipo. En materia de infraestructura educativa totalmente colapsada y sin doble turno como marca la ley hace más de una década, con un enorme problema hídrico que nunca se encara seriamente, con un faltante de vivienda y desamparo absoluto de cientos de barrios que no cuentan con servicios públicos mínimos.

Lo que necesitamos para avanzar como sociedad mendocina, es que el gobierno de la provincia, haga menos teatro, porque las consecuencias son luego este tipo de mentiras y tergiversaciones, para no aceptar un cambio de rumbo, y acepte de una vez que no quiere hacer la obra.

Acabamos de vivir un hecho de mala educación civil y política, por parte del Gobernador Suárez, que se declaró ofendido con el Presidente de la Nación Argentina; por vaya a saber qué tema personal, y dejó plantado al invitado, venido de visita a inaugurar obras por miles de millones de pesos, para beneficio directo e indirecto de miles de familias. Lo dejó plantado.

Nuestra propuesta es que cesen estas actitudes, que afectan seriamente aquello que pedimos todos y todas las mendocinas: “La institucionalidad”. Palabra mágica que se construye con “Respeto”, “tolerancia” y capacidad de proponer proyectos positivos. El Gobernador Suarez va por el camino contrario. Cuando lo haga, de manera respetuosa, contará como siempre con el apoyo de todas las fuerzas civiles y políticas mendocinas. Como va, difícil.

* El autor es Diputado provincial.

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