El intervencionismo hace aumentar la inflación

Se distorsionan los mercados, se modifican las reglas de juego y se discrimina a una parte del país bajo el argumento de que se está controlando la inflación. Pero la inflación no cede, sino que aumenta.

Imagen ilustrativa / Archivo
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Las medidas antiinflacionarias preferidas del Gobierno nacional han vuelto a fracasar. Intervenir los mercados y congelar precios no ha provocado una baja del costo de vida, sino desabastecimiento y aumento de precios.

La Comisión Inter cámaras de Consumo Masivo, que reúne a las asociaciones intermedias de supermercados del interior, mayoristas y almaceneros, emitió un comunicado en el que denuncia los efectos distorsivos de la política económica.

Ante la acción distorsiva de las autoridades, los productores reaccionan y trasladan su respuesta a los comerciantes, que testimonian lo que ocurre en defensa propia y de sus clientes, que son quienes padecen, en última instancia, las consecuencias.

Ya hay desabastecimiento en algunos rubros de alimentos. La denuncia pone el ejemplo de los aceites, los aderezos y los enlatados. Los fabricantes les están entregando la mercadería que solicitan en cuotas y en general con listas de precios que contemplan aumentos que superan lo autorizado por el gobierno.

Esta realidad no impacta sobre las grandes cadenas de supermercados, que están en las ciudades más importantes, sino en los negocios de las localidades más pequeñas del interior.

Esto significa que el Gobierno estaría discriminando a las pequeñas poblaciones. Si el índice de precios al consumidor se mide en las grandes urbes y es allí donde operan las grandes cadenas, en el resto del país parece funcionar un circuito alternativo en el que los fabricantes pueden imponer otros valores para los productos, ya que no rige ningún control.

Esto no es una exageración, sino una lectura legítima. El comunicado asegura que los almacenes y supermercados independientes del interior quedaron excluidos de los recientes acuerdos de precios para vender cortes de carne con precios regulados. La medida fue publicitada en las grandes ciudades, luego de que el presidente afirmó, erróneamente, que era un despropósito que los argentinos pagáramos por la carne de vaca más de lo que se paga en Alemania.

La distorsión provocada por el congelamiento de precios se puede dimensionar. Distintos analistas han calculado que en 2020, frente a una inflación superior al 35%, los precios regulados apenas experimentaron un aumento cercano al 15%. ¿Cuánto tiempo más pueden mantener la producción de diferentes productos quienes están obligados a comercializar sus bienes de esa manera?

Entonces, a cambio de que se abastezca a la gran ciudad, los agentes de control no se hacen presentes en varias áreas geográficas. Y, en paralelo, el productor queda en libertad de, cada tanto, cambiar la presentación de algún producto o alterar su composición para modificarle el precio.

En síntesis, se distorsionan los mercados, se modifican las reglas de juego y se discrimina a una parte del país bajo el argumento de que se está controlando la inflación. Pero la inflación no cede, sino que aumenta.

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