Video: derriban el obelisco de Letonia que recordaba la victoria de la Unión Soviética al nazismo

El Gobierno del país exintegrante de la Unión Soviética, tomó la determinación de derribar una figura de casi 80 metros de altura que recordaba su paso en la Segunda Guerra Mundial. Esto es debido a la invasión Rusa a Ucrania, el Parlamento aprobó una ley para “desmantelar los lugares que glorifican a los regímenes soviético y nazi”.

Esto es debido a la invasión Rusa a Ucrania, el Parlamento aprobó una ley para “desmantelar los lugares que glorifican a los regímenes soviético y nazi”.
Esto es debido a la invasión Rusa a Ucrania, el Parlamento aprobó una ley para “desmantelar los lugares que glorifican a los regímenes soviético y nazi”.

El obelisco de la Victoria de Riga, de unos 79 metros de altura y monumento soviético ubicado en la capital letona, se derribó este viernes después de más de seis horas de trabajos, última fase de la demolición de la controvertida columna, levantada en 1985.

Según informó la agencia AP, lo derribado del monumento se destruirá íntegramente y se eliminará como escombros, para evitar que se roben partes de las estatuas como recuerdo.

Una pequeña concentración de personas detrás del cordón policial observó el derrumbe de la estructura, que pesaba más de 250 toneladas, que se completó a las 16:45 hora local.

Para muchos letones representaba la ocupación soviética

Para muchos letones, este monumento, lugar de celebración de los ciudadanos de origen ruso para recordar la derrota sobre la Alemania nazi en 1945, representaba la represiva ocupación soviética del país báltico y no la “liberación” tras la caída del Tercer Reich.

El monumento está compuesto por dos grupos de estatuas, una placa conmemorativa con la inscripción 1941-1945, el obelisco y un estanque. Se construyó a mediados de la década de 1980 mediante “contribuciones” extraídas de las nóminas de empresas letonas para construir el “Monumento a los libertadores de la Letonia soviética y de Riga de los invasores fascistas alemanes”, como se denominó oficialmente.

La demolición del monumento comenzó el martes, cuando un equipo de trabajo derribó una estatua de tres soldados soviéticos, uno de ellos blandiendo una ametralladora. Al día siguiente, trabajadores equipados con maquinaria pesada derribaron la estatua de una gran figura femenina de “la Patria” que saludaba simbólicamente a los soldados del Ejército Rojo.

Los sucesivos gobiernos letones adoptaron una línea cuidadosa, soportando los festejos del 9 de mayo y tratando de no enojar a Moscú con algo que los rusos veían como un símbolo de su victoria sobre el nazismo.

Esto cambió tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero. El Parlamento letón o Saiem aceleró los pasos para autorizar la demolición del monumento de Riga y de todos los demás “símbolos del dominio comunista y nazi” en Letonia.

Hace unas semanas, el gobierno designó 69 objetos conmemorativos soviéticos, además del obelisco, para su demolición, en consonancia con la protesta contra Rusia y la guerra en Ucrania.

Cuando el lunes se iniciaron los trabajos para la demolición del monumento, un pequeño grupo de manifestantes y unas cinco personas fueron detenidas por alteración del orden público y por desafiar la orden de la policía. El martes, las protestas aisladas continuaron y otras 14 personas fueron detenidas por la policía por negarse a dispersarse.

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