Tras el convocante funeral del papa Francisco, este lunes a la madrugada argentina comienza la cuenta regresiva hacia el futuro cónclave que deberá elegir al sucesor de Jorge Bergoglio. La fecha de inicio será determinada en breve.
Tras el funeral del papa Francisco, los cardenales tienen que elegir a su sucesor y qué impronta tendrá. Será determinada en breve.
Tras el convocante funeral del papa Francisco, este lunes a la madrugada argentina comienza la cuenta regresiva hacia el futuro cónclave que deberá elegir al sucesor de Jorge Bergoglio. La fecha de inicio será determinada en breve.
Según trascendió, el cónclave no empezará antes del domingo 4 de mayo, cuando concluirá el luto de 9 días desde la sepultura del pontífice. Sin embargo, la fecha podría ser anunciada mañana. En esta transición, el Vaticano atraviesa el período de duelo conocido como “novendiales”, con misas diarias y reuniones periódicas de cardenales en las llamadas “congregaciones generales”.
Las mencionadas asambleas buscan definir el rumbo que deberá seguir la Iglesia en el futuro pontificado y sirven de antesala a la elección del nuevo papa. De esta manera, los cardenales comenzarán a definir hacia dónde se inclinará la balanza entre esa lucha entre continuistas y rupturistas sobre la herencia que deja Francisco. Si bien las deliberaciones son secretas, se sabe que estas reuniones son vitales para definir el perfil de quien será el nuevo pontífice.
De hecho, en el último cónclave, según una infidencia “autorizada” hecha hace unos años por el fallecido cardenal cubano Jaime Ortega y Alamino, el entonces cardenal Bergoglio leyó un discurso que captó la atención del sector progresista. “La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las existenciales”, destacó. Días después fue electo papa.
Cabe destacar que el objetivo más ambicioso de estas congregaciones es achicar el tiempo de duración del cónclave. Esto se debe a que la Iglesia católica necesita dar un mensaje de unidad tras la muerte de Francisco. Él fue un papa muy popular y querido, pero también generó una fuerte resistencia en la curia y en sectores conservadores.
De acuerdo a lo dicho por el cardenal alemán, el futuro papa deberá ser comunicativo y “poner en el centro la autoridad del Evangelio. En estos días hemos podido constatar el sentimiento del pueblo de Dios Los cardenales no pueden ignorar este sentimiento”. Sus palabras fueron interpretadas por la prensa italiana como un vaticinio de la “continuidad” del estilo del papa argentino.