18 de noviembre de 2025 - 20:47

"Silencio, cerdita": Trump insultó a una periodista que le preguntó por los archivos Epstein y su vínculo

El episodio reavivó críticas por su trato con la prensa mientras el Congreso avanza con un proyecto que busca revelar documentos clave del caso.

La tensión entre Donald Trump y la prensa sumó un nuevo episodio luego de que el presidente estadounidense insultara a una periodista que le preguntó por su posible vinculación con Jeffrey Epstein. El incidente ocurrió a bordo del avión presidencial y se viralizó justo cuando el Congreso se prepara para votar un proyecto de ley que podría revelar miles de documentos vinculados al fallecido financista, acusado de operar una extensa red de explotación sexual de menores. La combinación de ambos hechos volvió a poner bajo la lupa la relación del mandatario con el escándalo que sacude a figuras políticas y económicas de alto nivel.

El episodio se produjo durante una rueda de preguntas en el avión presidencial. Catherine Lucey, periodista de Bloomberg que cubre la Casa Blanca, tomó la palabra para consultarle a Trump sobre su cambio de postura respecto a la publicación de los documentos vinculados a Jeffrey Epstein. Le preguntó directamente por qué buscaba detener su divulgación “si no había nada incriminatorio” en ellos.

La reacción del presidente fue inmediata y agresiva: la señaló con el dedo y, visiblemente molesto, pronunció: “Silencio. Silencio, cerdita”.

La frase, tan breve como contundente, se viralizó rápidamente el martes, generando rechazo entre periodistas, medios de comunicación y organizaciones que defienden la libertad de prensa. El insulto tomó aún más relevancia al difundirse horas antes de la votación clave en la Cámara de Representantes, que podría obligar al Departamento de Justicia a liberar los archivos completos del caso Epstein.

El ataque verbal desató críticas incluso entre algunos sectores republicanos, que ven en este tipo de incidentes otro frente de conflicto innecesario para el partido. Para los periodistas acreditados, en cambio, el exabrupto fue una muestra más de la creciente hostilidad de Trump hacia la prensa, especialmente frente a temas que lo incomodan.

El caso Epstein: presiones, documentos ocultos y una votación decisiva

La trama alrededor del caso Epstein parecía haber quedado sellada tras la muerte del financista en 2019, declarada oficialmente como un suicidio en su celda mientras esperaba un juicio federal por tráfico sexual. Sin embargo, el contenido de sus correos electrónicos, contactos y documentos personales sigue revelando conexiones con líderes políticos, multimillonarios y celebridades de alto perfil.

En este contexto, la Cámara de Representantes se prepara para votar un proyecto de ley que obligaría a revelar los archivos del Departamento de Justicia, que incluyen miles de páginas de correos electrónicos, registros telefónicos y documentos incautados al patrimonio de Epstein. La iniciativa enfrenta resistencia dentro del propio oficialismo republicano, pero un centenar de legisladores del partido ya expresaron su apoyo a la divulgación.

Las presiones crecieron en las últimas semanas luego de que salieran a la luz nuevos correos electrónicos en los que Epstein mencionaba a Trump y sugería que el mandatario “sabía sobre las chicas”, refiriéndose a presuntas víctimas con las que habría pasado tiempo en su residencia. Trump negó categóricamente esas afirmaciones, asegurando que no tiene nada que temer de la publicación de los archivos.

Sin embargo, en los últimos meses había intentado frenar la iniciativa. Solo cedió el fin de semana anterior, cuando el avance del proyecto en la Cámara se volvió inevitable. “No tenemos nada que esconder”, sostuvo en un último intento de mostrarse favorable a la transparencia.

El Senado es el próximo desafío. Para que el proyecto se convierta en ley, necesitará al menos 60 votos, lo que implica que 13 republicanos deberán respaldarlo. Aunque Trump afirmó que está dispuesto a firmarlo, analistas políticos señalan que podría seguir intentando bloquearlo en la Cámara Alta o recurrir al veto presidencial, aunque políticamente ese camino se vuelve cada vez más riesgoso de cara a las elecciones de medio término.

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Escalada retórica y ataques a la prensa: un presidente bajo presión

El insulto a Catherine Lucey no fue el único episodio tenso del día. Horas después, durante una conferencia de prensa en el Salón Oval junto al príncipe saudita Mohammed ben Salman, Trump volvió a atacar a un periodista por preguntar sobre Epstein, esta vez de la cadena ABC.

Molesto por la insistencia del reportero, el presidente aseguró que la cadena era “una empresa pésima” y pidió públicamente: “Deberían quitarles la licencia”, lo que especialistas en comunicación catalogaron como una amenaza directa contra la libertad de prensa.“Eres un reportero verdaderamente incompetente”, lanzó después, para culminar con un contundente: “No más preguntas para ti”.

El discurso confrontativo forma parte del estilo habitual de Trump, pero su virulencia crece a medida que se intensifica la presión política por el caso Epstein. El presidente insiste en que la publicación de los archivos perjudicaría especialmente a demócratas influyentes, incluido el expresidente Bill Clinton, de quien existen registros públicos de viajes en el avión privado de Epstein.

También surgieron cuestionamientos hacia personalidades asociadas al Partido Demócrata, como el exsecretario del Tesoro Larry Summers, que anunció su retiro de la vida pública tras la revelación de correos electrónicos que mostraban una relación cercana con Epstein.

Sin embargo, para muchos opositores, la resistencia inicial del presidente a liberar totalmente los documentos despierta sospechas sobre su propia relación con el financista. Trump y Epstein fueron cercanos durante los años 80 y 90 en los círculos de élite de Nueva York, pero Trump sostiene que rompieron vínculos a principios de los 2000.

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