El Gobierno de China estableció una normativa insólita que resuena a nivel mundial y cambia por completo el trabajo en las redes sociales: desde ahora, los influencers residentes del país “deberán contar con un título universitario” para poder hablar sobre determinados “temas delicados”.
La medida, que ya genera repercusiones internacionales, forma parte de un plan estatal para regular la información difundida por creadores de contenido, informó Noticias Argentinas.
La exigencia aplicará a quienes aborden asuntos considerados “sensibles”, como política, salud, economía, derecho o educación. Aquellos que no cumplan con la norma podrán enfrentar multas de hasta ¥100.000 (15 mil dólares), según las nuevas disposiciones del gobierno central.
La medida, impulsada por la Administración del Ciberespacio de China, busca “garantizar la veracidad y responsabilidad de la información compartida en redes sociales”. En un contexto donde las plataformas digitales tienen cada vez más peso en la opinión pública, el país asiático apunta a controlar los contenidos y exigir una formación académica como requisito básico para tratar temas sensibles.
En China, los influencers son figuras con gran presencia en plataformas y, al igual que en el resto del mundo, se dedican a generar contenido, construir comunidades y recomendar productos o servicios. Sin embargo, el gobierno considera que, cuando se trata de temas de interés público, deben tener un respaldo profesional.
Según las autoridades, esta medida no busca limitar la libertad de expresión, sino elevar la calidad de la conversación digital y prevenir la desinformación.
Ser influencer implica mucho más que acumular seguidores; es una acción que combina marketing, comunicación y creatividad. En la actualidad, los creadores de contenido tienen un rol central en la difusión de información, modas y tendencias, lo que los convierte en actores clave dentro del ecosistema digital global.