El senador centrista Rodrigo Paz Pereira, heredero político del expresidente Jaime Paz Zamora, se impuso este domingo al exmandatario Jorge “Tuto” Quiroga en la segunda vuelta presidencial de Bolivia, en unas elecciones históricas.
Bajo el lema "capitalismo para todos", el economista de 58 años se impuso en segunda vuelta con el 54,57 % de los votos, superando a Jorge Quiroga, que acumuló el 45,43 %.
El senador centrista Rodrigo Paz Pereira, heredero político del expresidente Jaime Paz Zamora, se impuso este domingo al exmandatario Jorge “Tuto” Quiroga en la segunda vuelta presidencial de Bolivia, en unas elecciones históricas.
Con el 97,68 % de las actas computadas, el Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (Sirepre) informó que Paz Pereira obtuvo el 54,57 % de los votos, contra el 45,43 % alcanzado por Quiroga (presidente interino entre 2001 y 2002).
La victoria del economista de 58 años, exalcalde de Tarija y actual senador por Comunidad Ciudadana (CC), rompió con las previsiones de las encuestas, que lo situaban como un candidato con baja intención de voto tanto en la primera como en la segunda vuelta.
El frente MAS, representado entre 2006 y 2019 por Evo Morales y, luego, por Luis Arce, quedó así fuera del gobierno boliviano tras dos décadas.
Rodrigo Paz Pereira nació en Santiago de Compostela, España, en 1967, durante el exilio de sus padres, la española Carmen Pereira y el expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), perseguidos por los gobiernos militares de entonces.
Economista y especialista en relaciones internacionales, Paz desarrolló una extensa carrera pública: fue diputado, concejal, alcalde de Tarija (2015-2020) y actualmente se desempeña como senador. En 2015, logró derrotar al Movimiento al Socialismo (MAS) en las elecciones municipales.
Su ascenso fue atribuido por analistas a su capacidad de conexión con las clases populares y las zonas rurales, bastiones tradicionales del MAS. En los comicios generales del pasado 17 de agosto, su fuerza política logró captar gran parte del voto desencantado con el oficialismo, que apenas alcanzó el 3 % del padrón.
El lema de campaña de Paz Pereira, “Capitalismo para todos”, fue clave en su victoria. Propuso créditos "baratos" para emprendedores, reducción de impuestos y aranceles para la importación de tecnología y vehículos, y un reparto directo del 50 % del presupuesto nacional entre las nueve regiones del país.
También prometió acabar con el “Estado tranca”, modernizar la gestión pública y legalizar los vehículos "chutos" (sin papeles), una medida polémica que generó críticas desde Chile, donde se denuncia que muchos de esos autos fueron robados y revendidos en Bolivia. El candidato, sin embargo, aseguró que los vehículos con denuncia de hurto “serán devueltos a su país de origen”.
El presidente electo además descartó “ir al exterior a pedir plata”, al afirmar que su gobierno no dependerá de “ningún banco internacional”, y prometió resolver el déficit de combustibles el próximo 8 de noviembre, el día de su investidura.
Paz Pereira compitió en fórmula con el exoficial de policía Edman Lara, quien en Bolivia dio que hablar por sus denuncias de corrupción dentro de la institución policial. También desató polémica por declaraciones ofensivas hacia Quiroga y otros políticos, sin embargo, su figura ayudó a atraer votantes desencantados con los partidos tradicionales.
Los seguidores de Quiroga, por su parte, han acusado a Paz y al Partido Demócrata Cristiano (PDC) de actuar como un supuesto “caballo de Troya” del MAS, debido al apoyo de sectores sociales que antes respaldaban a Evo Morales.