López Obrador sobrevive al primer referéndum revocatorio de la historia de México

Los mexicanos votaron por primera vez en la historia, el domingo, para decidir si su presidente, Andrés Manuel López Obrador, debía completar o no el resto de su mandato en un referéndum que terminó con una baja participación y un amplio apoyo para el mandatario. El conteo oficial reportó un apoyo masivo a López Obrador.

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Las autoridades electorales señalaron que más del 91,1% de los votos emitidos pidieron que el presidente continuara con su mandato. “Apoyo incondicionalmente a mi presidente por todo lo que ha hecho por nuestro país, por defender los recursos de nuestro país, por defender a los pobres, por cuidar a la gente. México necesitaba un cambio”, afirmó Alejandra Gómez Vicencio, seguidora del presidente quien se describe como empresaria y académica de Tijuana, en el marco de la votación. La participación electoral, no obstante, osciló entre el 17% y el 18,2%, lo que hace que el referéndum sea legalmente nulo y sin efecto.

Para que la votación fuera vinculante, se requería la participación del 40% de las personas habilitadas, traducido en unos 37 millones de votos. La base electoral registrada comprendía 92,8 millones de votantes, lo que significa que más de ocho de cada 10 ciudadanos se abstuvieron de participar en el referéndum. Los ciudadanos mexicanos residentes en el extranjero podían votar en línea a través de la Comisión de Voto Electrónico de México.

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De los 17.809 votantes registrados, más de 8.000 votaron. El sistema electoral reportó un amplio apoyo al presidente, con 76,31% o 6.324 votos a favor de la administración de López Obrador. Para algunos, el referéndum era una oportunidad de apoyar a López Obrador, quien promovió la iniciativa, cuya presidencia representa un cambio respecto a los polémicos e impopulares líderes del pasado.

Desde el comienzo de su mandato, el mismo Obrador señaló que se sometería a un referéndum revocatorio. Algunos críticos aseguraron que el mandatario no utilizaba ese mecanismo como lo establecía la Constitución, sino como una forma de ratificar su mandato, por lo que desde un comienzo boicotearon la iniciativa. Según analistas políticos, el objetivo de López Obrador era consolidar su poder luego de haber logrado 30 millones de votos que lo llevaron a la presidencia en 2018.