Le dispararon en el pecho pero los implantes de silicona desviaron la bala y le salvaron la vida

En un caso asombroso de suerte y fortuna, los implantes de silicona mamaria de una mujer desviaron una bala que de otro modo podría haber sido letal, según revela un informe médico publicado en la revista Plastic Surgery Case Studies por médicos de Canadá en 2020.

El incidente tuvo lugar en Toronto en 2018, cuando una mujer de 30 años caminaba por una calle y sintió un “repentino dolor y calor en su pecho izquierdo”. Al mirar hacia abajo, se percató de sangre y fue llevada de inmediato a un hospital de urgencias. Allí se descubrió que tenía una herida de bala sobre su pezón izquierdo y fue trasladada a un centro de traumatología.

Un examen más detallado reveló que la bala se encontraba en la pared inferior derecha de su pecho, debajo de su seno. Los médicos se percataron de que la bala había viajado a través del implante mamario izquierdo, desviándola hacia el implante derecho con suficiente fuerza para darle la vuelta. Finalmente, la bala se alojó en su pecho derecho. Dado que el implante izquierdo estaba por encima del corazón de la mujer, se cree que esta desviación evitó que la bala impactara directamente en el corazón, lo que probablemente le salvó la vida.

A pesar del impacto, la mujer sufrió solo una costilla fracturada y la pérdida de sus implantes mamarios. Los médicos le quitaron los implantes y la bala, le administraron antibióticos y se recuperó sin complicaciones.

Este sorprendente caso llevó a los médicos a investigar otros incidentes similares. Encontraron al menos cuatro casos en la literatura médica en los que los implantes mamarios habían detenido o desviado balas, y al menos dos de ellos habían probablemente salvado vidas. Según el informe médico, el misterio de dónde vino la bala sigue sin resolverse. Ni el arma ni la persona que le disparó fueron encontrados.

Aunque los implantes de silicona no están diseñados como protección balística, este caso demuestra cómo pueden actuar como una barrera en circunstancias extremas. Se han realizado pruebas de laboratorio para determinar la capacidad de los implantes para detener balas, este caso es uno de los primeros en demostrar que un implante mamario desvió exitosamente una bala hacia un área relativamente segura.

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