Intentó comer una hamburguesa triple pero abrió tanto la boca que se le dislocó la mandíbula

Una mujer contó el infierno en el que se convirtió su vida luego de la cirugía: larga recuperación, muchos dolores, pérdida del empleo y hasta una depresión.

Holly Strevens tuvo que someterse a cinco cirugías y aún así todavía no puede abrir la boca al todo.
Holly Strevens tuvo que someterse a cinco cirugías y aún así todavía no puede abrir la boca al todo.

Holly Strevens, una mujer de 34 años, que vive en la ciudad de Portsmouth, Reino Unido, contó el infierno en el que se transformó su vida luego de que se le dislocara la mandíbula al tratar de comer una hamburguesa triple que pidió por delivery.

Debido al incidente, contó que su vida se arruinó por completo. Todo sucedió en septiembre de 2014. Aquel día, la mujer que por entonces tenía 27 años y se encontraba en su casa cuando decidió llamar a KFC y pedir una Wicked Zinger Burger, que consistía en dos medallones de pollo fritos apilados junto a un hash brown, conocido en español como croqueta de papa.

Holly Strevens antes de padecer su trastorno de ATM.
Holly Strevens antes de padecer su trastorno de ATM.

“Estaba comiendo mientras veía la tele y de repente sentí un fuerte ruido de estallido. Era la articulación del lado izquierdo de mi mandíbula. Parecía normal, pero la sensación era horrible: no paraba de ‘bloquearse y desbloquearse’. En ese momento debí estirar demasiado la boca al morder la hamburguesa”, contó a la agencia Caters y luego reveló que fue diagnosticada con un trastorno de la articulación temporomandibular (ATM).

Qué es el ATM

“La articulación temporomandibula actúa como una bisagra deslizante, que conecta la mandíbula al cráneo. Tienes una articulación a cada lado de la mandíbula. Los trastornos de la articulación temporomandibular (...) pueden causar dolor en la articulación de la mandíbula y en los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula”, según explican los expertos de la Clínica Mayo, una entidad sin fines de lucro de Estados Unidos, en su página web.

Wicked Zinger Burger, la hamburguesa con triple medallón de pollo frito que se pidió Holly en KFC.
Wicked Zinger Burger, la hamburguesa con triple medallón de pollo frito que se pidió Holly en KFC.

Una vez que Strevens sintió ese “estallido” comenzó su calvario. Debió someterse a cinco operaciones y le colocaron 12 tornillos. Según explicó, hasta el día de hoy siente a diario fuertes dolores, convulsiones no epilépticas y sufre de trastorno de ansiedad, sumado a que no puede comer “nada masticable” ni duro.

Perdió el trabajo

Además de todas esas cirugías, la mujer perdió su trabajo como administrativa en una oficina. “A lo largo de estos años, tuve mucho tiempo de licencia, ya que entraba y salía de los médicos y el dolor afectaba a mi vida. La gente abre la boca hasta 35 mm, pero el movimiento de mi mandíbula se redujo a 13 mm. También desarrollé artritis en mi mandíbula izquierda con quistes en la articulación”, relató a Caters.

Holly Strevens tuvo que someterse a 5 cirugías y padece de trastorno de ansiedad.
Holly Strevens tuvo que someterse a 5 cirugías y padece de trastorno de ansiedad.

Luego, en 2017, un médico cirujano le realizó una artroplastia de articulación abierta, es decir, le reemplazaron el tejido del lado izquierdo de la mandíbula por un “disco artificial”, pero desafortunadamente, su condición no mejoró.

Actualmente la mujer espera que le hagan la misma operación pero en el lado derecho, ya que le produce los dolores crónicos.

“Me arrepiento de haberla comido”

Ahora Strevens lucha para que los restaurantes de comida rápida preparen las hamburguesas más chicas y así evitar incidentes como el que ella tuvo.

Por eso también decidió hacer pública su historia, para que las personas que comen estos alimentos tomen conciencia de que se pueden lastimar si abren mucho la boca.

“Me arrepiento de haber comido la hamburguesa. Me cambió la vida. Ahora estoy discapacitada y perdí completamente mi independencia. Mi salud mental empeoró y tengo ansiedad porque podría sufrir una convulsión cuando estoy sola. Espero que me sustituyan el lado derecho de la mandíbula para acabar con el incesante dolor crónico”, finalizó al mismo medio.

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