Burcu Yesilyurt, una mujer residente de Londres, recibió una costosa multa de 170 euros por verter su vaso que contenía café en una rejilla de desagüe.
Una mujer en Londres derramó el contenido en la vía pública para poder tomar el autobús y tres agentes se dirigieron a detenerla.
Burcu Yesilyurt, una mujer residente de Londres, recibió una costosa multa de 170 euros por verter su vaso que contenía café en una rejilla de desagüe.
Según destacó a la BBC, el incidente ocurrió mientras la mujer esperaba el autobús."Me parece bastante injusto. Creo que la multa es excesiva y que no es proporcional", se quejó con el medio británico.
Relató que al notar que se acercaba su autobús, vació el contenido para subirse al vehículo: "Noté que mi autobús se acercaba, así que vertí lo que quedaba. No era mucho, solo un poquito. Cuando me di la vuelta, vi a tres hombres, agentes de policía, persiguiéndome, y me detuvieron de inmediato".
Burcu expresó su sorpresa, ya que como muchos, desconocía que esta accion fuera ilegal: "Fue un shock total. El encuentro con los agentes fue bastante intimidante y llegué temblando al trabajo".
La penalización se fundamenta en el Artículo 33 de la Ley de Protección Ambiental de 1990 del Reino Unido, que prohíbe contaminar tanto la tierra como el agua.
Ante la objeción de la mujer, un portavoz del Consejo de Richmond lanzó un comunicado que defiende dicha ley: "A nadie le gusta recibir una multa, y siempre intentamos aplicar nuestras políticas de manera justa y con comprensión. Solo se toman medidas de cumplimiento cuando es necesario", destacó.
A pesar de esto, animó a Burcu a "solicitar una revisión" de la multa, el potavoz además indicó que, tras comprobar las cámaras de seguridad los oficiales "actuaron profesionalmente".
La mujer fiel a su postura, se negó a aceptar la reducción de la multa de 170 euros a 115 euros por pagarla en menos de 14 días. En cambio, denunció al ayuntamiento bajo el argumento de que no se colocan carteles visibles que explicaran la normativa ni contenedores de basura en las paradas de los autobús. Por esta razón, ella terminó ganando ya que el Consejo de Richmond-Upon-Thames finalmente retiró la multa.