La policía francesa detuvo a dos hombres sospechados de participar en el cinematográfico robo de joyas de la Corona de Francia ocurrido el domingo pasado en el Museo del Louvre, en un golpe valuado en 88 millones de euros.
Uno de los detenidos fue capturado en un aeropuerto mientras intentaba huir del país. Ambos tienen antecedentes por robo.
La policía francesa detuvo a dos hombres sospechados de participar en el cinematográfico robo de joyas de la Corona de Francia ocurrido el domingo pasado en el Museo del Louvre, en un golpe valuado en 88 millones de euros.
Los arrestos se produjeron este sábado, según adelantaron Paris Match y Le Parisien, y los sospechosos permanecen bajo custodia policial mientras avanza la investigación.
El primer detenido fue interceptado alrededor de las 22.00 (hora local) en el aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle, cuando intentaba abandonar Francia rumbo a Argelia.
Horas más tarde, la policía arrestó al segundo sospechoso en Seine-Saint-Denis, en las afueras de París. Las autoridades no revelaron mayores detalles sobre esa captura.
Ambos fueron trasladados a las instalaciones de la Brigada de Represión del Bandidaje (BRB), en la sede de la policía judicial de París, en el distrito XVII. La ley permite que su detención provisional se prolongue hasta 96 horas, mientras se recaban pruebas y testimonios.
Según Le Parisien, los dos hombres, de unos 30 años, ya estaban en el radar de la policía por antecedentes vinculados a robos y delitos contra la propiedad. Los investigadores sospechan que formarían parte del comando de cuatro personas que ejecutó el golpe en la Galería Apolo.
Las autoridades les imputarían los cargos de robo en banda organizada y asociación ilícita con fines delictivos.
El asalto, ocurrido el domingo 19 de octubre por la mañana, fue ejecutado en menos de cuatro minutos. Los ladrones habrían ingresado al museo con un montacargas hasta la fachada que da al río Sena, forzaron una ventana y rompieron dos vitrinas, llevándose nueve piezas de las joyas de la Corona francesa.
Una de las piezas fue recuperada, pero las restantes, valoradas en 88 millones de euros, permanecen desaparecidas. La fiscal de París, Laure Beccuau, calificó el hecho como “una pérdida patrimonial sin precedentes”.