El museo del Louvre reabrió este miércoles sus puertas al público, tres días después del cinematográfico robo que conmocionó a Francia y dejó pérdidas de millones de euros. La Galería de Apolo, escenario del hecho, permanecerá cerrada hasta nuevo aviso mientras avanza la investigación.
El robo, ocurrido el domingo por la mañana, fue ejecutado con una precisión de película. Según confirmaron las autoridades, cuatro delincuentes ingresaron y salieron del museo en menos de cuatro minutos, tras acceder por una ventana del ala que da al río Sena utilizando un montacargas.
Una vez dentro, rompieron dos vitrinas blindadas y se llevaron nueve piezas de las joyas de la Corona de Francia, una de las colecciones más valiosas del mundo. Durante la fuga, una de las joyas se cayó y fue recuperada en las inmediaciones del museo. Los ladrones escaparon en dos motocicletas a toda velocidad por el centro de París, según informaron fuentes policiales.
Las joyas valuadas en millones
La fiscal de París, Laure Beccuau, detalló que el valor estimado de las piezas sustraídas asciende a 88 millones de euros (unos 102 millones de dólares): “Los daños fueron estimados por el conservador del Louvre en 88 millones de euros (unos 102 millones de dólares), una cifra extremadamente elevada, sin precedentes y que no puede equipararse a una pérdida histórica”, afirmó la funcionaria.
El robo, considerado uno de los más importantes en la historia reciente de Francia, desató una enorme operación policial con más de 100 investigadores movilizados. Los agentes buscan dar con los sospechosos y esclarecer si contaron con complicidad interna.
Según fuentes cercanas a la investigación, no se descarta la participación de un “entregador”, y por ello todos los empleados del museo fueron sometidos a registros e interrogatorios en las últimas horas.
El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró que el Estado está actuando “en todos los frentes” para capturar a los responsables.