Aberrante: la secuestró un pedófilo y apareció casi 20 años después con dos hijos de su captor

Ocurrió en Estados Unidos. La protagonista de esta triste historia solo tenía 11 años cuando se la llevaron frente a los ojos de su padrastro.

Jaycee Lee Dugard fue secuestrada cuando tenía 11 años. Foto: AP
Jaycee Lee Dugard fue secuestrada cuando tenía 11 años. Foto: AP

El 26 de agosto del 2009, un misterio de dieciocho años llegó a su fin. Jaycee Lee Dugard, una joven que había sido secuestrada a comienzos de los noventa cuando solo tenía 11 años, apareció por las calles de El Dorado, California.

De acuerdo con Clarín, el secuestro más largo de la historia reciente de Estados Unidos llegó a su fin luego de que la policía se topara “accidentalmente” con Jaycee. El primer informe sobre su hallazgo lo dieron al día siguiente de la confirmación. En él aseguraron que Lee fue “capturada en la calle” y que “permaneció en un paradero desconocido”.

Los agentes comunicaron que durante las casi dos décadas que pasaron, la víctima, ahora de 41 años, tuvo dos bebés de Philip Garrido, uno de los secuestradores.

Hoy en día, el monstruoso delincuente tiene setenta años. El secuestro y la posterior violación a Jaycee, sumados a los antecedentes por abuso sexual que ya tenía antes de conocer a la niña, lo llevaron para siempre a la cárcel.

La pareja acusada de haber efectuado el secuestro quedó detenida ni bien Dugard dio a conocer su historia. Garrido fue condenado a 400 años de prisión y Nancy Bocanegra, su mujer, a 36.

El secuestro

La aparición de Lee reabrió en 2009 la investigación sobre lo sucedido después que el caso estuviera archivado como pendiente durante casi dos décadas.

El 10 de junio de 1991, Jaycee caminaba junto a su padrastro Carl hacia la parada de autobús en el pueblo de Meyers, South Lake Tahoe, donde llegaría el colectivo que la llevaría al colegio.

Jaycee Lee Dugard fue secuestrada cuando tenía 11 años.
Jaycee Lee Dugard fue secuestrada cuando tenía 11 años.

En un momento del trayecto, un vehículo ocupado por dos individuos se acercó a ella, se detuvo y uno de los delincuentes la inmovilizó con una pistola eléctrica y la subió a su auto. Mientras, el padrastro hacía esfuerzos inútiles para que aquello no sucediera.

Entonces el coche dio una vuelta en “u” y aceleró durante 240 kilómetros en un viaje que duró tres horas. Carl intentó seguirlos con su bicicleta, pero se le hizo imposible.

En un registro en la casa de los detenidos, los agentes policiales encontraron una zona oculta en la parte posterior del jardín con tiendas de campaña y algunas edificaciones donde la víctima y sus hijas pasaban la mayor parte del tiempo.

Ese sucucho podrido era el lugar en donde Garrido embarazó dos veces a Jaycee antes de los dieciséis y donde la niña se “distraía” viendo en la televisión las series ¿Quién es el jefe? y La doctora Quinn.

La esperada libertad

La resolución del misterio se produjo después que la policía californiana se topara con Dugard mientras realizaban otra investigación.

Antes de desasnar el caso habían dado con Garrido varias veces y habían sido muy criticados por no haber hecho nada con él a pesar de que estaba acusado por violación.

El primer encuentro de los agentes y Dugard fue porque vieron a Phillip repartir panfletos religiosos acompañado de dos niñas pequeñas (creen que eran sus nietas) frente a la Universidad de California en Berkeley.

Lo atraparon, llegaron a dialogar con Jaycee -quien primero se dio a conocer con otro nombre- y fue allí cuando se levantaron las primeras sospechas. Aunque al principio la víctima no quería decir nada, los efectivos la presionaron hasta que, finalmente, reveló su verdadera identidad.

Inmediatamente, las autoridades se pusieron en contacto con la madre de la víctima, Terry Probyn, quien en su momento reconoció a la prensa estar “convencida” de que la joven era su hija.

Dos monstruos

Garrido y Nancy se conocieron en la cárcel. Además de todos sus antecedentes ya mencionados, Philip dejó en evidencia que darse cuenta de lo que haría no era tan difícil como parecía: a veces se estacionaba en frente de los colegios solo para observar a los niños.

Garrido y Nancy.
Garrido y Nancy.

Según los informes de la Justicia, el depredador tenía una “conducta sexual desviada y adicción a las drogas” y a veces presentaba delirios religiosos.

En 1988, tres años antes del secuestro, había sido favorecido con libertad provisional y se había mudado a la casa de su madre, quien padecía demencia senil. Debía ser monitoreado por la policía con una tobillera electrónica, algo que nunca sucedió.

Lo que siguió

Dos años después de que la encontraran, Dugard publicó un libro de memorias llamado “Una vida robada” en donde relató fuertes detalles de las atrocidades que vivió.

Lo hizo para proporcionar una descripción precisa de los hechos y para que su historia sirviera de ayuda a las personas que se enfrentan a situaciones difíciles.

“Vivía en mi propio mundo” y “El abuso físico era lo único que (Phillip) conocía” son dos ejemplos de frases fortísimas que anotó.

Tanto el libro como su primera entrevista televisiva fueron verdaderos sucesos mediáticos. El texto se posicionó durante un buen tiempo como número uno en ventas de Amazon y el programa donde relató su testimonio fue el más visto en años.

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