5 de diciembre de 2017 - 00:00

Matan a líder de Yemen y se profundiza la crisis política

Alí Abdalá Saleh fue 33 años mandatario y había acordado con los rebeldes hutíes, pero se distanció de ellos y lo sentenciaron.

El expresidente de Yemen Alí Abdalá Saleh murió durante los combates en la capital, Saná, pocos días después de que se rompiera su alianza con los insurgentes hutíes, confirmó una dirigente de su partido.

"Cayó como un mártir defendiendo la República", declaró a la AFP Faika al Sayed, una miembro del comité central del partido del exmandatario, el Congreso Popular General (CPG), atribuyendo su muerte a los hutíes.

Sayyed dijo que Saleh, de 75 años, y otros altos responsables del CPG fueron alcanzados por los disparos de los hutíes cuando abandonaban la capital yemení, bajo control de estos rebeldes, para dirigirse a zonas en manos de sus propias fuerzas.

Milicianos hutíes bloquearon un convoy de cuatro vehículos a unos 40 km al sur de Saná y mataron a Alí Abdalá Saleh, así como al secretario general del CPG, Arif Al Zuka, y a su adjunto Yasir Al Awadi, declaró una fuente militar, que requirió el anonimato.

Poco antes, los rebeldes habían anunciado la muerte de Saleh en un comunicado difundido en su cadena de televisión, Al Masirah.

Según el texto, “el ministerio de Interior (controlado por los rebeldes) anuncia el fin de la milicia de la traición y la muerte de su jefe (Alí Abdalá Saleh) y de un número de sus partidarios criminales”.

En un video que los rebeldes enviaron a esta agencia, se veía lo que parecía el cuerpo sin vida de Saleh, con una profunda herida en la cabeza, transportado en una tela estampada de flores.

Un fotógrafo pudo acercarse a su residencia, en Hadda, un barrio del sur de la capital, y comprobó que estaba en manos de los rebeldes. No pudo acceder a ella pero pudo constatar que el edificio había sufrido daños por los combates.

Saleh fue presidente de la República de Yemen desde 1990 hasta 2012. Anteriormente había presidido la República Árabe de Yemen desde 1978 hasta la unificación del país.

Ayer en Saná, persistían intensos combates entre los partidarios de Saleh y los rebeldes hutíes, apoyados por Irán.

Ambos bandos se aliaron hace tres años para arrebatar el control de la capital al gobierno reconocido internacionalmente. Sin embargo, su alianza saltó en pedazos la semana pasada, en medio de enfrentamientos entre las dos facciones y acusaciones de traición.

Tras la ruptura del acuerdo, Saleh se dijo dispuesto a “pasar página” y a dialogar con los sauditas, sus enemigos en estos últimos años.

Reconquistar Saná

Aprovechando el caos en la capital, el presidente yemení, Abd Rabbo Mansur Hadi, cuyo gobierno opera desde Adén, decidió actuar e intentar reconquistar la ciudad.

“El presidente dio como orden a su vicepresidente Ali Mohsen Al Ahmar, que se encuentra en Marib (al este de Saná), de activar la marcha de las tropas hacia la capital”, anunció un miembro de su entorno.

Irán, telón de fondo

Con las tensiones regionales entre Arabia Saudita e Irán de telón de fondo, el gobierno de Hadi, apoyado militarmente desde marzo de 2015 por una coalición dirigida por Riad, no cesa de acusar a Teherán de respaldar a los hutíes. Para él, Saná está bajo “influencia persa”. Irán niega cualquier implicación militar en Yemen.

La operación anunciada este lunes, llamada “Saná la árabe”, consistiría en tomar la capital desde diferentes frentes, principalmente el este y el noreste, según este miembro del entorno de Hadi.

Según fuentes militares progubernamentales en Marib, siete batallones recibieron la orden de dirigirse hacia la capital en el frente este.

Con el objetivo de debilitar a los hutíes, el gobierno de Hadi anunció el lunes su intención de ofrecer “una amnistía general y total” a todas las personas que dejen de colaborar con estos rebeldes.

“El presidente propondrá próximamente una amnistía general a todos los que colaboraron con los hutíes y decidieron retractarse", declaró el primer ministro yemení, Ben Dagher.

Fechas clave

21 de marzo de 1942: nace en una familia de Yemen del Norte, vinculada a la poderosa confederación tribal de los hashid.

1962: joven oficial, participa en el golpe de Estado contra el imán y rey de Yemen del Norte.

1978: es designado presidente de Yemen del Norte por una asamblea constituyente, sucediendo al presidente Ahmad al Ghashmi, muerto en un atentado.

2004-2010: combate contra los rebeldes hutíes del norte, que pertenecen, como él, a la minoría zaidita (una rama del chiísmo).

Febrero 2012: abandona el poder el 27 de febrero después de dos meses de disturbios.

2014: se alía a sus antiguos enemigos, los hutíes, que toman la capital, Saná.

Diciembre 2017: ruptura de la alianza entre Saleh y los rebeldes hutíes. El 4 de diciembre, su partido el Congreso Popular General (CPG) confirma la muerte de Saleh en combates en Saná.

De ser un presidente eterno a  rebelde

Ali Abdullah Saleh, que murió en combate contra los rebeldes hutíes, fue presidente de Yemen durante 33 años hasta que dimitió en 2012, pero nunca logró alejarse del poder.

Su gobierno era conocido por su mala gestión, una corrupción fuera de control, abuso a los derechos humanos y la manipulación política del sistema tribal yemení para eludir amenazas en el norte y en el sur.

En el norte, su Gobierno enfrentó la rebelión de los hutíes desde 2004. También hizo frente al grupo terrorista Al Qaeda en la Península Arábiga, considerado uno de los socios más peligrosos de esa agrupación.

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