La diferencia entre lo que recibe un productor y lo que se paga en el mercado por determinado producto en reiteradas ocasiones ha generado debate. Si bien en muchos casos esta diferencia se ve atenuada por los procesos a los que es sometida la materia prima que inicia la cadena, en la mayoría de los casos, lo que se le paga a ese primer eslabón no logra superar la barrera del 30%.
Poniéndolo en cifras, en el caso de la leche, solo un 30,2% del valor total del producto corresponde al tambo, mientras que el resto se reparte entre la industria (27,4%), el comercio (15,6%) y los impuestos (26,8%).
Otro caso es el de la yerba, aquí al productor y vivero corresponden 22,4%. Aquí la mayoría se lo llevan los impuestos con el 39,3%. Algo similar a lo que pasa con la naranja, donde el porcentaje impositivo llega al 38,3% y el productor recibe el 22% del valor final.
En la carne, el precio final se divide un 29,1% en la cría, 22,5% en el corral de engorde, 4,9% en el frigorífico, 14,3% en la carnicería y la fracción mayoritaria corresponde a impuestos con el 29,2%.
Sobre el precio final que los consumidores pagan por el pan, solo el 10,6% es por el trigo y el 5,3% por el molino. El 59% corresponde al trabajo de la panadería y el 25,1% a impuestos. En tanto, en un litro de aceite, es un 42% lo que se paga en impuestos.
En la mayoría de los casos, lo que recibe el productor no supera el 30%. - Gentileza
El impacto de los impuestos en otros productos
Esta diferencia no solo aplica a productos agroindustriales, también se ve reflejado en otras cosas que consumen los argentinos y servicios. Por ejemplo, siguiendo con los números reflejados por Invecq, en una gaseosa es 48,24% la carga impositiva. En la indumentaria, si bien los impuestos significan un 25,5% del total, la cifra que se paga por gastos ajenos a la elaboración asciende al 55%, sumando el costo bancario y alquileres y/o shoppings.
En la industria automotriz es un 54,8% la carga fiscal que soporta el precio al consumidor de un auto producido en Argentina. En la gastronomía los impuestos alcanzan el 37,4% del servicio y en el transporte es un 40,5%.