A la horticultura y olivicultura ¿les conviene recolectar con máquinas?

Con la preocupación por la falta de mano de obra, los productores fuera de la vid consultan por maquinaria de cosecha. Deben tener en cuenta precios y la adaptación al sistema.

Imagen ilustrativa. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Imagen ilustrativa. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Durante los últimos años, la vitivinicultura ha experimentado un crecimiento en la cantidad de máquinas cosechadoras y productores que la eligen. Sin embargo, ¿cómo es el panorama para otros cultivos locales? Mirando algunas cosechas actuales y las cercanas, la duda en concreto pasa por el ajo, el tomate para industria y los olivos, con maquinaria distinta para cada caso.

En principio, hablando de la horticultura, desde Agrocosecha SA comentaron que se comercializan maquinarias importadas, con marcas como Zocapi en el caso del ajo y Guaresi en el tomate. Hay una diferencia de valor importante según sea de un tipo o del otro: una cosechadora de ajo cuesta en torno a los U$S 45.000, mientras que una de tomate con motor ronda los U$S 400.000.

Lucas Gilbert, socio-gerente de Agrocosecha, explicó que la diferencia de precio hace que varios productores ajeros adquieran maquinaria propia, mientras que en el tomate industria algunas empresas elaboradoras compran máquinas y las alquilan a productores como un servicio. Con la cosecha de tomate a pocos días de empezar, hay consultas por estas maquinarias.

“En el ajo, 2021 fue un buen año, pero 2020 fue mejor porque su producto tenía un mejor precio. Hoy para cosechar el ajo no se consigue mano de obra calificada y a veces para el productor a largo plazo es más económico comprar la máquina”, detalló Gilbert.

Otra ventaja que señaló el encargado de Agrocosecha es que la máquina permite cosechar a mayor velocidad: “Cuando el tiempo es complicado y el ajo se está por perder, las máquinas permiten cosecharlo en tiempo y forma, con una mejor calidad del producto final”.

La cosecha del tomate industria

Poniendo el foco en el tomate para industria, Gustavo Cialone, presidente de la Asociación Tomate 2.000 y director de Agroindustrias Cialpil (elabora tomate triturado y salsa), consideró que es importante promover la cosecha mecánica ante la falta de mano de obra: “En Mendoza la cosecha manual casi no existe, y no es porque el productor no quiera. En San Juan todavía sí se consigue algo de gente, pero acá te digo que no conseguís”.

Su empresa tiene tres máquinas cosechadoras con las que brinda servicios de cosecha. “Son dos unidades de negocio, están vinculadas pero trabajan por separado. A nosotros nos sirve como industria tener la maquinaria porque damos el servicio al productor, pero no es sólo para quienes les compramos”, aclaró. El pago del alquiler se hace por kilo de tomate cosechado, con un costo que ronda $ 1,9 por kilo.

La cosecha de tomate industria inicia en Mendoza a fines de enero, y tiene un mayor auge en febrero. Comparando con la cosecha manual, Cialone afirmó que no hay una gran diferencia en el costo con la mecánica, pero esta última presenta mayor eficiencia y calidad.

“Una máquina cosecha la cantidad necesaria para llenar un camión cada 40′, puede cosechar hasta 15 camiones por día. En forma manual necesitarías alrededor de 200 personas cosechando”, calculó el director de Agroindustrias Cialpil. Si se piensa en una plantación de 50 ha, son alrededor de 5 millones de kilos. Para sacar esa cantidad a mano en diez días (500 mil kg por día) habría que levantar 25.000 tachos de 20 kg por día, y un buen cosechador haría 100 tachos por día.

En el caso de Cialone, utiliza cosechadoras de marca Guaresi y debió pagar alrededor de U$S 350.000, comprando “uno de los modelos más chicos, que para lo que es Argentina funciona muy bien”. Además, comentó que un punto a trabajar es la logística, es decir, la cantidad de camiones disponibles en el campo para trasladar la cosecha.

En la olivicultura

Un último cultivo donde se podría aplicar la cosecha mecanizada es en los olivos, pero aquí el panorama es más difícil ya que requiere de una conversión mayor que en la horticultura. Además, se trata de cultivos con décadas de producción y por eso quizás lo mejor sería “empezar de cero” si lo que se busca es una producción mecanizable.

Desde Martins Domingo SA, empresa dedicada a alquilar maquinaria de cosecha, explicaron que las máquinas para olivo son similares a las de la uva, con cosechadoras de la marca New Holland que van montadas sobre el árbol. El precio de cosecha es similar al de la uva (alrededor de U$S 500 por ha), pero el precio oscila según la carga que tenga la plantación ese año, ya que varía a un mayor nivel que la uva.

“En Mendoza hay pocos cultivos de olivos con esquemas súper intensivos. Hay dos proyectos para cosechar a máquina. En olivo es más importante ver el tamaño de la planta, tienen que ser en seto, porque si el tamaño es muy grande entonces la máquina no entra”, explicó Ramiro Martins, director de la firma.

En Martins Domingo tienen seis cosechadoras para olivos y, si bien la base la tienen en Mendoza, prestan servicios también para La Rioja, San Juan y Bahía Blanca. En su opinión, un proyecto que use máquinas cosechadoras se debería pensar así desde el inicio, con fincas con un marco de plantación súper intensivo con unas 1.500 plantas por ha.

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