Kevin Johansen: “Todos estamos tratando de volver al ruedo”

El músico presenta un show por streaming en la nueva propuesta de Icónica Buenos Aires, que reúne a las cinco salas teatrales más importantes de esa ciudad

Kevin Johansen se presenta esta noche en un show especialísimo dentro de un complejo de salas porteñas icónicas. Conduce Lalo Mir.
Kevin Johansen se presenta esta noche en un show especialísimo dentro de un complejo de salas porteñas icónicas. Conduce Lalo Mir.

Cinco salas fundamentales de la escena musical de la Ciudad de Buenos Aires se unen para crear una propuesta única, llamada Icónica Buenos Aires, en la que cada sala, ya sea por sus contenidos o su formato, es complementaria con la otra. La sinergia de las cinco las convierte en un único dispositivo que nos acerca el abanico completo de la escena musical porteña.

Kevin Johansen se presenta en La Trastienda, esta noche a las 21 via streaming. Esta prestigiosa sala es una de las que componen el colectivo de Icónica Buenos Aires, junto al Teatro Coliseo, ND Teatro, Niceto Club y Torcuato Tasso (las entradas se pueden adquirir en la página www.ticketek.com.ar) .

Cada una de ellas, con su identidad, trayectoria e historia únicas, ubicadas en un barrio distinto de la Ciudad de Buenos Aires y con una capacidad de público diferente. Cada una de ellas, con su perfil curatorial y búsqueda artística única pero todas fundamentales en la construcción de la identidad cultural de la Ciudad.

El maestro de ceremonias de cada una de las noches será Lalo Mir y el streaming -según adelantan los organizadores- contará con una súper producción audiovisual y gran calidad en la transmisión de imagen y sonido.

A Kevin Johansen se le notan las ganas de volver a estar en contacto con el público pero, como él mismo cuenta en esta charla con Los Andes, por el momento está haciendo lo que está a su alcance para poder compartir la música.

¿Cómo es que llegaste a Icónica Buenos Aires con tu streaming?

- Fue estar de vuelta en La Trastienda, que es uno de los primeros lugares icónicos en los que toqué cuando volví a la argentina en el 2000 o 2001 y empecé a presentar el disco que traje bajo el brazo “The nada” y subsiguientemente el disco Sur o no Sur, en el 2002. Así que me tocó estar en esa Trastienda de la crisis argentina y haciendo mis primeras armas de vuelta como solista así que es como mi casa.

- En aquel momento fuiste muy bien recibido.

- Sí, pero después de diez años de remarla en dulce de leche en Nueva York y todo el trabajo previo hizo que pudiera encontrar un público, pero ya tenía 35 años. Fue después de yugarla bastante. Pareció rápido por mi vuelta acá pero las causalidades de la vida fueron fortuitas de colegas y amigos que empezaban a escuchar lo que yo traía grabado. Desde Alejandro Terán que se lo mostró a Santaolalla y Gustavo tuvo la amabilidad de llamarme y decirme que arme el proyecto porque le gustaba mucho el disco The Nada. Otro amigo, Axel Krygier me recomendó a las personas de Los Años Luz, un sello independiente de Javi Tenenbaum. El disco salió en abril del 2001 y lo presentamos en el Club del Vino. El primer show grande que tuve fue en diciembre de 2001 mientras las Torres Gemelas caían en Nueva York y la Argentina se caía acá. Ese fue el puntapié porque siempre digo en broma que más que un artista de culto yo era “oculto”, y eso me ayudó a estar en el mainstream argentino.

- ¿Estuviste en La Trastienda de Montevideo?

- Sí hice una jugada que no sabía como iba a salir. Hablé con Margarita Bruzzone y le consulté si no se podía ir porque se abrían los recitales presenciales.

La verdad pensé en La Trastienda de Montevideo porque tenía ese feng shui para ir en plan cantautor, solo con la guitarra. Salió muy bien, agregamos una fecha así que estuvimos viernes, sábado y domingo. Fue la primera vez que tocaba con público después de nueve meses.

- ¿Cómo fue el reencuentro con el público allá?

- Fue natural, orgánico y muy emotivo. Fue como esa brisita de aire positivo que necesitaba. Supongo que fue como es la música: un acto de egoísmo y de generosidad a la vez, poruqe es darse placer uno y esperar que al otro le de placer escucharte. Creo que fue una linda serie de conciertos. También fue volver a encontrarme con la esencia de lo que hago, guitarra voz y yo. Así que también fue muy bueno como ejercicio.

- ¿Vas a estar participando en el encuentro “Basado en hechos reales”?

- Sí, es unos días después del streaming de Icónica Buenos Aires. Una gran amiga mexicana, Cecilia González, escritora y periodista, me convocó. Y también fue una excusa para descubrir canciones mías que están escritas en base a hechos reales. Así que también es una linda ventana.

¿Cómo estás con el streaming?

- Es un ejercicio al que los artistas no estamos demasiado habituados. Yo como público vi el de David Lebon que es un colega y amigo que admiro. Pero es nuevo esto de abrirnos un vino en casa y mirar a alguien por la pantalla.

El otro término odioso es “el falso vivo”, es horrible, pero bueno, todos estamos tratando de volver al ruedo con autoconcierto, o biciconcierto o peatón concierto, pero con gente. Pero “endemientras” -como dicen los gauchos- estamos tratando de trabajar y de darle a la gente un poco nuestro presente, que esto, lo que nos toca.

- Tu nuevo video “The availables 20′s tiene la lucidez de enlazar los dos años 20 y las fracturas mundiales que hubo en ambos momentos

- Fue una coincidencia esa mirada. Me di cuenta que hace 100 años -que es un montón y no es nada- tiene un paralelismo con la prohibición. En Estados Unidos estaba la prohibición del alcohol, el mundo estaba en la época entre guerras, y hoy estamos viviendo la prohibición del contacto, del movimiento y de acción. El año pasado con Cachorro López, con quien hemos producido varios tracks de discos anteriores, fue simplemente casualidad cuando le comenté la idea. Él me dijo que le gustaba la idea. Es un foxtrot que lo modernizamos un poco con un rapeo al final y con distintos estilos musicales que pasaron en estos 100 años. En enero me llamó y me dijo “tenemos el tema masterizado para que lo saques cuando quieras”. Fue una causalidad más de este año loco.

- ¿Qué proyectos tenías para este año y para el próximo?

- Muchos músicos estamos grabando qué es lo que se puede hacer. Todos estamos en esa y con la doble tarea de que todo lo que estamos creando está teñido de este momento y tratando de encontrar el equilibrio. Que no sea una lágrima y a la vez que sea sincero; querer compartir lo mejor que uno está sacando. También estamos viendo si podemos hacer una presentación presencial con The Nada para fin de año, que es nuestra cábala anual y presentar algún tema antes de fin de año, con disco nuevo a principio de año, así que estaremos afinando la puntería.

- ¿Cómo se presentan en el streaming?

- Es una formación de los The Nada reducidos, por protocolo. Están Maxi Padín en charangos, bajos y guitarras; Andrés Cairo Reboratti en flauta, bajo y voces; y el querido Enrique “Zurdo” Roizner en la batería. Es una versión más acústica, como un unplugged.

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