El adiós a “Macanudo”, la tira cómica que consagró a Liniers

El historietista, ilustrador y editor lanzó la última edición de la colección de su historieta, que lo llevó al éxito internacional, para buscar un nuevo formato. La relación con sus personajes y una nueva era para el humor gráfico.

El ilustrador e historietista Liniers culminó la colección de "Macanudo".
El ilustrador e historietista Liniers culminó la colección de "Macanudo".

Ricardo Liniers Siri, más conocido como Liniers se convirtió en un referente del humor gráfico de estos tiempos. Con su tira “Macanudo” supo darle vida a su voz interna, a su humor cargado de ternura y esperanza, y seguir rompiendo esa barrera generacional de la que no entiende el humor gráfico.

Porque si algo logró con sus personajes fue conquistar a grandes y chicos, y cultivar el amor por la lectura y la ficción desde muy corta edad.

Al igual que otros referentes del humor gráfico, Liniers goza de un reconocimiento internacional que llegó a la tapa del The New Yorker, la prestigiosa revista estadounidense en la que el argentino publicó sus personajes.

Hoy, afincado desde hace cinco años junto a su familia en Vermont, Estados Unidos, invitado por The Center for Cartoon Studies para dictar clases sobre historieta latinoamericana, publicó la edición número 15 de “Macanudo”, la tira estrenada en 2002 y con esta última entrega publicada por el sello Penguin Random House cierra una etapa, con la necesidad de darle un giro a la historia.

“Tengo ganas de darle un nuevo aire a los libros y encontrar otra manera de publicarlos, otros formatos, otros tamaños, otro diseño”, comentó en una entrevista reciente a la agencia Télam.

Con la edición número 15, el ilustrador cierra la colección de su célebre historieta y personajes.
Con la edición número 15, el ilustrador cierra la colección de su célebre historieta y personajes.

Una despedida con nueva forma

Enriqueta, Fellini, Madariaga, Martín y Olga, Pan Chueco son algunos de los personajes protagonistas de su tira, que comenzó a publicarse en el suplemento NO de Página 12, para luego pasar al diario La Nación y editar quince volúmenes con la serie de personajes.

Uno de los puntos más resonantes de su camino como ilustrador sucedió en 2018 cuando obtuvo el premio Eisner -considerado el “Oscar” de la industria de los cómics, por su libro infantil “Buenas noches, Planeta”- y el Inkpot Award.

Según el propio Liniers, su trabajo de historietista se dio por una sucesión de hechos que lo llevaron a desenvolverse por ese camino y proponer una historia con interrogantes que se resuelven a través del humor, el juego y la ternura innata que despiertan sus personajes.

“Desde que saqué mi primer fanzine fue una felicidad enorme y después empecé a publicar en revistas, en Página12, en La Nación, y eso fue increíble”.

En su derrotero editó más de treinta libros en Europa, Latinoamérica, Estados Unidos, Canadá, Corea del Sur y China. También participó en shows de Johansen desde 2008, donde pintaba mientras el músico cantaba, un formato con el que recorrió varios escenarios del país y Latinoamérica.

Entre sus colaboraciones se destacan publicaciones en revistas como Rolling Stone, Virginia Quarterly Review. Y su tira Macanudo se publicó en Brasil, Canadá, Francia, Italia, entre otros países. Además de las muestras de sus originales y pinturas realizadas en San Pablo, Río de Janeiro, Lima, Madrid y Argentina. En 2018 tuvo su primera gran exhibición en “The Society of Illustrators” en Nueva York.

Con un puñado de importantes reconocimientos y miles de fanáticos de sus personajes alrededor del mundo, que demuestran su calidad artística y una visión esperanzadora del universo, Liniers cada mañana se interpela frente al papel en blanco para dibujar ese alter ego a través de sus creaciones animadas.

Lo que tiene Macanudo es que si un personaje no me está ayudando busco a otro. Si Enriqueta ese día no me dice nada pongo al hombre misterioso de negro, y si éste no me dice nada, bueno es lógico, porque es misterioso (sonríe)... pero al tener muchos personajes puedo saltar de uno a otro hasta que aparezca algo”, detalló sobre la posibilidad que le brinda la tira y como nacieron los personajes que hoy conquistaron miles de infancias y vidas adultas.

En esta búsqueda de mostrar solapado a través de su personajes inquietudes y características de su personalidad, Liniers confiesa que seguirá dibujando por un tiempo más a sus emblemáticas creaciones de Macanudo, hasta encontrar ese viraje que hoy le urge su trabajo como ilustrador.

Pero no es tan sencillo desprenderse de sus personajes, que intrínsecamente rompen la barrera ficcional para meterse en su corazón y en los lectores.

“Uno como que se encariña con los personajes, y es raro, porque son ficción, son mentiras que me cuento a mí mismo y a los lectores, no existen -dice-. No existe Mafalda, no existe Snoopy. Son pequeñas mentiras que para que funcione tiene que tener algo verdadero adentro. Tienen que tener como una especie de pseudo alma que funcione, sino el personaje queda medio aplastado en el papel. Si uno consigue que funcione esa pseudo alma, la gente piensa que Mafalda existe, que Snoopy existe, y al mirar a Enriqueta se olvidan a veces un ratito del autor, y eso es lo que trato de hacer”, expresó el ilustrador a Télam sobre el vínculo inevitable con la ficción.

Pero en la vorágine del mundo actual, la posibilidad de ofertas y la infinidad creativa que se desprende de las diferentes plataformas y una visión entre blancos y negros, el ilustrador es optimista sobre el presente de la historieta y el humor gráfico. Y apunta a una libertad sin precedentes para contar lo que cada uno quiere contar y la visión y el trabajo de las mujeres en el rubro.

De un tiempo a acá se nos dio libertad absoluta a los historietistas de hacer lo que queramos. Además de esa libertad, también se incorporaron al mundo de la historieta las mujeres y el rubro dejó de parecer un club de hombres. Es un momento que me parece fascinante. Nunca vi una variedad tan diferente de historietas e historietistas, una gama tan gigantesca, y cada uno trabaja hacia su propio lado, casi sin influencias”, sostuvo.

Mientras difunde la última edición de “Macanudo” planea terminar una novela gráfica, la más extensa de su trabajo, cuyo guión lo escribió su pareja Angélica Erhart y espera culminar en marzo del año próximo. En el trance los lectores podrán disfrutar de las últimas aventuras de sus personajes, antes que Liniers encuentre un nuevo destino para ellos.

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