El Ensamble Contemporáneo 4’33’’, uno de los proyectos mendocinos de música académica más nuevos e interesantes, vuelve a desafiar los límites entre géneros artísticos con una nueva producción que promete ser una experiencia sensorial completa.
El Ensamble Contemporáneo 4'33'' presenta este jueves esta célebre pieza que une la música de uno de los grandes compositores del siglo XX con el teatro.
El Ensamble Contemporáneo 4’33’’, uno de los proyectos mendocinos de música académica más nuevos e interesantes, vuelve a desafiar los límites entre géneros artísticos con una nueva producción que promete ser una experiencia sensorial completa.
Este jueves 23 de octubre, a las 21, en el Espacio Cultural Julio Le Parc, presentará "La historia del soldado", de Igor Stravinsky, una de las obras más emblemáticas del siglo XX, en una versión donde la música dialoga con las artes plásticas, el teatro de marionetas y una dramaturgia renovada. Las entradas, con valor general de $8.000, están disponibles en Entradaweb.com.ar.
La puesta contará con la participación de la artista mendocina Rosana López y la compañía El Alma en un Hilo, que aportará el universo poético de las marionetas para encarnar los personajes del relato. La dirección general estará a cargo de Cynthia Calella, mientras que la dramaturgia es una creación del reconocido director teatral Federico Ortega, quien propone una lectura contemporánea del clásico de Stravinsky y su amigo Charles-Ferdinand Ramuz, autor del texto original.
En escena, el Ensamble Contemporáneo 4’33’’ —referencia a la famosa pieza silenciosa de John Cage— abordará la partitura con un elenco de destacados músicos: Magdalena Scattolini (violín), Enzo Rossi (contrabajo), Gorgias Sánchez (clarinete), Augusto Carnevale (fagot), Zurab Trikishvili (trompeta), Miguel Cedeño (trombón) y Patricia Fredes (percusión).
"La historia del soldado" ("L’Histoire du soldat") fue compuesta en 1917, cuando Stravinsky se encontraba exiliado en Suiza. Alejado de los grandes teatros y de las orquestas monumentales de su etapa rusa, el compositor decidió crear una pieza “para ser leída, tocada y danzada” por un pequeño grupo de músicos y actores, capaz de viajar de pueblo en pueblo.
El texto, escrito por Ramuz, adapta un antiguo cuento ruso en el que un soldado, de regreso a casa, intercambia su violín con el Diablo a cambio de un libro que promete riqueza y conocimiento. Pero el pacto —como todos los pactos fáusticos— termina en tragedia. Stravinsky utilizó esa fábula moral para reflexionar sobre el tiempo, la pérdida y la guerra.
La música combina marchas militares, danzas populares, ragtime, tango y vals, en un lenguaje fragmentado, rítmico y de una ironía punzante. En su aparente sencillez, se esconde una crítica feroz al mundo moderno, corroído por la guerra y la codicia.