La reconocida conductora aseguró que el premio lo merecía, donde remarcó su trayectoria de 36 en la televisión argentina.
El inesperado cruce entre Susana Giménez y Verónica Lozano en torno a los Premios Martín Fierro 2025 reveló las tensiones que despierta la entrega de galardones en la televisión argentina. El conflicto surgió cuando Lozano expresó su malestar porque la diva obtuvo dos reconocimientos, incluido el de conducción, en una edición marcada por polémicas y cuestionamientos hacia Aptra.
Susana, por su parte, respondió con ironía y dejó en claro que se considera merecedora de cada premio tras más de tres décadas de trayectoria en la pantalla.
La discusión pública se intensificó luego de que Lozano, en su programa, cuestionara la transparencia de la votación y señalara que colegas le transmitieron dudas sobre cómo se definieron algunos ganadores. Sus palabras apuntaron directamente al rol de Aptra y a la histórica costumbre de premiar a figuras consagradas, lo que según ella genera descontento entre quienes participan con ciclos diarios y constantes.
Susana, consultada por la prensa en la salida de su casa, minimizó la controversia, aunque deslizó frases que dejaron en evidencia la distancia entre ambas conductoras.
En medio de esta controversia, Lozano insistió en que el reconocimiento a la conducción debería haberse repartido entre figuras como Carmen Barbieri, Pamela David o Mariana Fabbiani, a quienes elogió por su trabajo sostenido en televisión. También subrayó que su enojo no respondía a un interés personal, sino al modo en que la distribución de premios afecta la percepción de justicia en la ceremonia. Giménez, en cambio, sostuvo que “si me lo dan es porque me lo merezco” y recordó sus 36 años de televisión con niveles históricos de audiencia.
Lozano llegó a afirmar que no volverá a asistir a la ceremonia “a no ser que me garanticen que lo gano”, mientras que Giménez cerró la polémica con su característico humor, asegurando que los premios que recibe son fruto de su trayectoria.