Melisa Aldana cerró el Mendoza Sax Fest: un viaje introspectivo entre el ayer y el mañana
Un vez más el Mendoza Sax Fest tuvo un cierre a su altura, con la saxofonista chilena Melisa Aldana y un trío argentino que descolló a la par en un concierto de antología. Lucido repertorio entre su amor por los clásicos del género y sus propias composiciones.
Los músicos actuaron con plena sinergia, logrando que los espacios de lucimiento se dieran con total naturalidad. Foto: Gentileza de Agostina Perales Martínez.
"Todo parece inmediato por las redes. Yo insisto en la importancia de hacer las cosas bien, tomarse el tiempo y disfrutar el proceso. Para profundizar hay que trabajar, hacerlo lento y confiar", decía Melisa Aldana en una nota con Los Andes previo al concierto del domingo en el Teatro Mendoza, como clausura del Mendoza Sax Fest.
Y es que esas palabras de algún modo definen lo que la saxofonista chilena radicada desde hace 20 años en Nueva York ofreció en el escenario junto a un trío argentino de lujo, integrado por Cirilo Fernández (piano), Mariano Sívori (contrabajo) y Pipi Piazzolla (batería). En sus manos y en su saxo tenor la música va a su velocidad, que nunca es frenética, que siempre parece ir en un tiempo propio y que permite que quien escucha se suba a ese viaje. Un periplo donde cada uno de los músicos que la acompañaron no fueron meros -y literales- instrumentos de su propuesta sino más bien copilotos, con recurrentes espacios de lucimiento en sus solos.
Mendoza se rinde ante una diosa del jazz
Tan cerca de su tierra natal, Aldana saludó agradeciendo ser parte de un encuentro tan relevante como el Mendoza Sax Fest y dijo sentirse, por esa cercanía geográfica y emotiva, "en casa".
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Radicada en Nuevo York desde hace 20 años, Aldana es una de las saxofonistas más virtuosas del mundo. Foto: Gentileza de Agostina Perales Martínez.
Ese mismo tono pausado y afable para dirigirse al público se traslada a su concepción del jazz. Hay mucho de introspección en su manera de tocar y hacer sonar su instrumento. Incluso la forma de pararse en el escenario, yéndose por momentos a un costado, disfrutando como un oyente más, y a veces sumando sutiles fraseos para reconectar. Que el comienzo haya sido con un tema titulado "Introspection" y que el autor sea su admirado Thelonious Monk certifica esa apreciación.
Discípula de Joe Lovano y ganadora del prestigioso Concurso Internacional de Jazz Thelonious Monk, pese a su juventud (36 años) Melisa ya juega en las ligas mayores, siendo invitada a los festivales clave del género y hasta publicando sus discos en el mítico sello Blue Note.
El repertorio que presentó en Mendoza fue una perfecta síntesis de esa trayectoria en alza, sus intereses y su personal búsqueda estética. Hubo piezas de Monk, de Hermeto Pascoal ("Little church"), composiciones propias de sus discos "12 stars" y "Echoes of the Inner Prophet" ("Unconscious whispers"), pero también varios temas nuevos ("Detrás del azul", "Primer tema corto", otro aún sin título), incluido el que ofició de cierre y que comenzó con un contundente solo de batería del "pulpo" Piazzolla.
Si no hubiera revelado como al pasar que apenas ensayaron tres días, cualquier oyente no avisado hubiera creído que con esa misma agrupación Melisa Aldana se presenta en los escenarios del mundo. Una sinergia única que sólo el lenguaje del jazz puede lograr. Antes y después está la música, eso que tuvo su merecido eco en los aplausos que habilitaron un par de bises para un cierre impecable.