La cantante reveló cómo afecta la fama a su relación. También habló sobre su evolución personal y profesional en los últimos años.
Lali Espósito con Pedro Rosemblat en Gelatina.
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Durante su paso por Cortá por Lozano, Lali Espósito habló abiertamente sobre su vínculo con Pedro Rosemblat y reflexionó sobre su madurez personal y profesional. Reveló que su interés comenzó antes de conocerse personalmente, cuando lo descubrió a través de las redes sociales.
Según contó, fue ella quien se interesó tras verlo y preguntar por él a personas en común. Con el paso del tiempo coincidieron en un mismo espacio y allí comenzó el vínculo.
Lali describió a Rosemblat como “un tipo muy inteligente, gracioso y buen mozo”, y aclaró que, si bien no lo seguía activamente en redes, empezó a prestar atención a sus contenidos poco antes de conocerse. En ese sentido, remarcó que su atracción fue espontánea, impulsada por la curiosidad y los comentarios de gente cercana.
Sin embargo, también expresó reparos sobre cómo la exposición pública condiciona los comienzos de la relación: “A veces uno está simplemente conociendo al otro y que se haga público ya te quema”. Con esa frase, apuntó a la dificultad de preservar la intimidad cuando se está en el centro de la atención mediática.
En la misma entrevista, la artista fue consultada sobre su proceso de crecimiento personal. Verónica Lozano le preguntó en qué momento sintió que había dejado atrás la juventud. Lali identificó la transición en el ingreso a sus treinta años, aunque aclaró que no se trató de una cuestión numérica sino de una transformación interna.
“Fui hacia adentro. La terapia siempre hacía su labor de hacerte sentir más responsable, más adulto, más consciente de tus mierdas y de tus cosas valiosas”. Al mencionar la terapia como una herramienta de autoconocimiento, Lali expuso una mirada introspectiva, lejos del personaje público que suele mostrar en sus giras y apariciones.
El encuentro con Lozano permitió mostrar una faceta más íntima de la cantante, donde conviven el deseo de resguardar su vida personal con una disposición a hablar de lo emocional desde la experiencia y la autoconciencia. Lali expuso con naturalidad las tensiones entre la fama y la vida privada, sin renunciar al sentido del humor ni al tono confesional que caracteriza sus entrevistas.