8 de noviembre de 2025 - 06:15

Gaspar Benegas, acústico sin dejar de ser Fundamentalista

El reconocido guitarrista, figura de Los Fundamentalistas, Las manos de Filippi y La Mono, presenta esta noche un recorrido acústico por la obra del Indio y por sus propias canciones. También habla de su relación con el líder de los Redondos y de las fotos de esta semana.

Este sábado por la noche, la sala de Willy’s Bar (Mitre 1371, Chacras de Coria) será el escenario en el que Gaspar Benegas, lejos del estruendo de sus grandes bandas de referencia, volverá al origen: la música compartida, el silencio que antecede a la canción, la complicidad con el público. Algo que hacía su madre, María José Cantilo, hace muchos años. Desde los primeros acordes seguramente quedará claro que esta es una búsqueda diferente para el guitarrista que construyó su nombre al lado del Indio Solari, al frente de La Mono, y como ex integrante de Las Manos de Filippi. Pero también es un regreso a la raíz: la guitarra desnuda, la canción sin artificios. Estilo habló con Gaspar esta semana para conocer algo más sobre cómo será su presentación de esta noche.

—Contame con qué se va a encontrar esta noche el público mendocino que vaya al Willy’s Bar…

—Estoy haciendo un show solo, con una guitarra acústica, que es lo que hacía mi madre, María José Cantilo, o lo que hace mi tío, Miguel Cantilo. Es algo que vi siempre en los artistas: la forma de cantautor, de acompañarse de esa manera. Siempre me dediqué a grandes bandas, en las que uno se oculta detrás del humo, la distorsión y la distancia con el público, que es a lo que estoy más habituado. Pero desde hace un par de años vengo haciendo este show más íntimo, donde escucho a la gente. El repertorio está basado en gran parte en las canciones del Indio Solari, que tengo más incorporadas que las mías propias, después de veinte años de tocar junto a él. Así que suelo hacer más temas del Indio, de Los Fundamentalistas y de Los Redondos que temas propios. Igual, según el público, el repertorio varía.

—¿Cómo es eso? ¿El repertorio varía de acuerdo al público que ves en la sala?

—Sí. A veces toco en lugares donde hay mil personas que me van a ver porque toqué junto al Indio. Y el show uno lo hace para la gente, se trata de eso: de compartir. Hay que buscar el momento también para poder bajar y tocar otro tipo de música, pero esta música reúne a toda la gente y genera muchas emociones. Para mí es un placer ser parte de esta movida y haber acompañado al Indio todos estos años. Tengo muy arraigado su repertorio, lo siento mucho, y hay muchas canciones que me emocionan y que me gusta interpretar.

—Justamente esta semana el Indio publicó en su página oficial algunas fotos que causaron revuelo. ¿Hay algún proyecto en ciernes, alguna grabación, una presentación?

—La verdad es que yo personalmente voy casi siempre, al menos una vez por semana. El Indio, desde el último disco, lanzó como 28 singles, 28 canciones en las que toqué guitarras. Siempre estoy yendo a lo del Indio y generalmente al estudio a hacer música. La diferencia es que esta vez fuimos todos juntos, para hacer algo más interactuando con él y con la música, también en base a la preproducción del concierto que tenemos con Los Fundamentalistas, porque se cumplen 20 años del primer concierto de la banda. Vamos a tocar y conmemorar esos 20 años y aquel primer show. Entonces estamos preparando algunas cosas con el Indio para eso. No es que estemos haciendo un disco ni nada por el estilo: estamos grabando todas las semanas en Luzbola. Solo que esta vez hicimos unas fotos de la jornada con el Indio que están buenísimas.

—Esas fotos causaron bastante revuelo. Muchos pensaron que se venía un regreso del Indio a los escenarios…

—Sí, grabaciones siempre. Y presentaciones, de nuevo. El Indio está volviendo a ocupar su lugar. Así que nada, yo tampoco pierdo la fe; al igual que la gente, elijo creer.

—Volviendo a tu presentación en Willy's Bar, ¿estás afirmando una carrera solista también?

—No. En realidad yo tengo mi banda, que se llama La Mono, con la cual estamos grabando el cuarto disco. Venimos de hacer un show para más de mil personas en Buenos Aires. La banda está creciendo, el público fluye y eso nos llena de energía para seguir haciendo discos y tocando. Mi carrera es esa, digamos. Lo que pasa es que este modo de salir también me resulta un desafío y me abre otro camino, otro viaje. De una manera más liviana puedo ir solo con una guitarra, puedo abrir algunas fronteras a las que es más difícil llegar con la banda. Y también está el hecho de tocar temas del Indio, lo cual me abre puertas y me permite tocar para mucha gente. Algunos shows son casi como de estadio: vas a ver el acústico más grande del mundo, por la energía, por la cantidad de gente.

—¿Es la primera vez que vas a tocar en Mendoza?

—Con el acústico, creo que sí. He ido con La Mono varias veces y en otros formatos.

—¿Y qué tiene La Mono de tus proyectos anteriores, Las Manos de Filippi y Los Fundamentalistas?

—La experiencia que tuve en esos proyectos. Cuando escuches La Mono vas a escuchar las guitarras y vas a decir: “Esas son las guitarras que escuchaba en Las Manos de Filippi” o “las guitarras que escuchaba en los discos del Indio Solari”. Porque uno va construyendo un sonido, una voz propia en el instrumento, y eso es lo que los músicos pretendemos: encontrar una identidad y algo reconocible en un instrumento que tocan millones de personas. Si se logra eso, misión cumplida.

Más que influencia de esas bandas en mi música, creo que se va a escuchar que hubo influencia mía en los proyectos en los que estuve. Y aprendí mucho: con Las Manos de Filippi giré por toda Latinoamérica, y con el Indio aprendí conceptos artísticos y el compromiso con la música, la seriedad con la que trabajábamos.

—Mencionaste un par de veces a tu vieja y te quiero preguntar justamente sobre esas influencias o esas referencias, porque hablás de la búsqueda de identidad…

—De mi madre, la parte de cantautor. La vi luchar y siempre salir adelante, muchas veces sola con la guitarra, una trabajadora de la música y de los shows. Yo aprendí eso: era lo que me gustaba ver cuando era chico, era lo que quería hacer y lo que estoy haciendo ahora. Mucho tiempo trabajé de otras cosas, pero ahora estoy tocando todos los fines de semana, y me parece buenísimo porque me mantiene todo el tiempo cerca de la música. Es un placer poder hacer esto.

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