El hallazgo de los cuerpos de Morena Verdi (15), Brenda del Castillo (20) y Lara Gutiérrez (20) en Florencio Varela conmocionó al país. El caso tuvo amplia repercusión mediática, especialmente tras la cobertura de A la Barbarossa ( Telefe) (conducido por Georgina Barbarossa), donde una vecina del barrio relató la naturalización de la violencia en la zona.
La investigación avanza sobre la hipótesis de que se trató de una ejecución mafiosa que expone el dominio territorial de bandas narco en la zona y su capacidad de ejercer terror sobre la comunidad.
Georgina Barbarossa debió ser atendida por un grave cuadro de estrés.
El brutal crimen ocurrido en Buenos Aires
Las tres jóvenes fueron asesinadas brutalmente y sus restos aparecieron descuartizados dentro de una vivienda de la zona, lo que derivó en la detención de cuatro personas: dos mujeres de 28 y 19 años y dos hombres de 25 y 18. Las primeras pericias apuntan a que se trató de una emboscada narco con características propias de un ajuste mafioso.
El testimonio de una vecina del barrio aseguraba: “Todo el tiempo se escuchan disparos. Anoche se escucharon muchos tiros. No reaccionamos porque estamos acostumbrados. Nos resguardamos un rato y listo”. La declaración generó una fuerte reacción en Georgina Barbarossa, conductora del ciclo, que expresó entre enojo y tristeza.
“¿Cómo vivimos así? Esta es una realidad paralela de la que no tenemos conciencia. Escuchar tiros como si escucháramos llover… ¡Es una vergüenza que esto suceda! ¿Dónde está la ley, la Justicia, la policía? ¡No se puede vivir así!”.
El debate dentro del estudio
El clima de debate se intensificó en el estudio. Analía Franchín apuntó a la cotidianeidad de la violencia urbana: “¿Qué nos sorprende si estamos acostumbrados a que nos maten por un par de zapatillas y un celular?”. Nancy Pazos, en cambio, diferenció: “No, no es la realidad de todos, es la realidad de ellos”. Fue en ese momento que Barbarossa recordó el crimen de su marido, Miguel “El Vasco” Lecuna, asesinado en Palermo en 2001: “Nancy, a mi marido lo mataron acá a pocas cuadras en un taxi. Dejame de joder”.
La conductora amplió su reclamo con un mensaje directo a la clase política: “Hace 30 años que nadie se ocupa de la seguridad. Me duele mi país. Le quiero dejar a mi nieta un país mejor y vamos involucionando. Basta de políticos corruptos y entongados. Teníamos un país maravilloso y ahora es tremendo, cruel, despiadado, violento, dominado por narcotraficantes”.
Con la voz quebrada, Barbarossa cerró su descargo con un pedido cargado de frustración y dolor: “Tengo 70 años y quiero un país mejor para mi nieta. Estoy harta de los corruptos. Desde que mataron a mi marido en 2001 pido más Justicia y gobiernos que no sean corruptos. Pero me da una pena tremenda porque vamos cada vez más para atrás. ¿Qué vamos a hacer?”.