SexpoErótica: Comienza el festival de sexo y erotismo más importante del país

Córdoba, el epicentro nacional de grandes movimientos culturales que trascendieron la historia, es desde hace 19 años sede del primer festival de sexo y erotismo del país. El evento, conocido como SexpoErótica, que se realizará el próximo sábado 13 de abril y que en ediciones anteriores contó con la presencia de figuras internacionales como Alessandra Rampolla, tendrá tres escenarios y más de 250 artistas desplegando sensualidad en todas las formas imaginadas.

Desde performances en el agua, teatro, espacio swinger y BDSM, conferencias, y pintura, hasta un espacio para citas, uno de webcams, otro triple equis, juegos y gastronomía, todo con un fuerte contenido sexual, son parte de las propuestas que este año presenta el evento que se realiza en pleno centro de La Docta.

El objetivo, según sus organizadores, es “festejar la diversidad y vivir el sexo de una manera real”, anuncia la invitación, cuyas entradas tienen un valor de 5000 pesos + 650 pesos (cargos por comisión) para el campo de pié y 15.000 pesos + 1950 pesos (cargos por comisión) para la VIP. En ambos casos se pueden adquirir Ticketek.com.ar

El evento tiene una duración de siete horas, durante las cuales se ofrece una variada agenda que incluye shows y stands de productos para todos los gustos, desde juguetes sexuales hasta dispositivos especiales para un encuentro ardiente.

El dato extra es que esta misma feria visitó Mendoza en el año 2018, pero el evento no se volvió a producir en nuestra provincia.

Cuando Cristian Sassi, uno de sus creadores, dio vida a la primera SexpoErótica -al cual denomina “festival de placeres”- la reacción fue completamente distinta a la que se da hoy. “Al principio la gente me decía ‘vos estás loco, ¿cómo vas a hacer eso?”, contó en una entrevista realizada por Clarín tiempo atrás.

Pese a los prejuicios, el visionario empresario siguió adelante con su objetivo de mostrar el sexo y el erotismo como algo natural, logrando que las reacciones de rechazo iniciales cambiaran paulatinamente y que el público tomara de manera abierta la propuesta. “La SexpoErótica fue evolucionando mucho. Y también fue cambiando la mirada sobre el sexo”, aseguró el organizador.

Los primeros dos años el evento se realizó en un espacio bastante reducido. Luego, durante la organización del tercer evento, cambiaron de locación. Se trataba de un recinto mucho más grande y esto generó una gran afluencia de público. “Explotó todo”, señaló Sassi al describir el éxito de taquilla. “Quedaron tres cuadras de gente afuera y ahí tomamos dimensión de lo que habíamos creado”.

Hay que tener en cuenta que esto ocurrió hace casi 20 años, cuando los paradigmas sociales y la percepción de la intimidad sexual eran a puertas cerradas. Sin embargo, Sassi entendió que había un nicho por explorar: “La gente tenía curiosidad por conocer más sobre el sexo, no se hablaba mucho”, sostuvo al tiempo que aclaró que siempre se trató de “un festival erótico donde no hay sexo en vivo, ni nada de eso”.

Que veinte años no es nada

A lo largo de estas casi dos décadas de vida la exposición contó con conferencias a cargo del psicólogo Gabriel Rolón, los sexólogos Alessandra Rampolla y Juan Carlos Kusnetzoff y la periodista diplomada en sexualidad Francesca Gnecchi, entre otros.

Para la edición de abril se espera la concurrencia de entre 7 mil y 10 mil personas (mayores de 18 años). Habrá un total de entre 25 y 30 stands que contarán con gran diversidad de productos y servicios: productoras de contenido XXX, waffles eróticos, lencería, webcams, body painting y sex-shops son sólo algunos de ellos. Además, realidad virtual XXX, juegos, casamientos express, citas temáticas y shows eróticos cada media hora.

El público es de lo más variado. En general, dijo Sassi, son personas de 30 años en adelante y en continua rotación según el horario. Acuden allí solteros, casados, solos, en pareja o con amigos e incluso se quedan hasta bien entrada la madrugada cuando también se inaugura la pista de baile.

Por su parte, el organizador destacó que el gran proyecto para este 2024 es traer la ExpoErótica a Buenos Aires, algo que hasta ahora no se pudo concretar: “Yo creo que este año hay una gran posibilidad de cumplir el sueño de ir a Buenos Aires”, sentenció sin precisar más detalles.

Otras ferias de sexo

En diciembre del año pasado se llevó a cabo la segunda presentación de E.P.A! (Erotique Pink Arte) en el barrio porteño de Palermo. Aunque se trata de una feria “más tranqui”, también contó con stands de productos, lectura de relatos y poesía erótica, cursos de shibari o kinbaku (estilo japonés de bondage) además de ropa íntima especialmente diseñada.

El Noroeste Argentino no se queda afuera, en 2018 y 2019 se realizó ExpoX, una feria de sexo y erotismo que tenía desde performance tipo pole exotic, show drag queen, show de stripers, circo erótico y sección bondage, hasta cursos de sexo tántrico.

Otro de los eventos sexuales más importantes de Latinoamérica se desarrolla en México, bajo el nombre de “Expo Sexo & Entertainment”, mejor conocida como Feria del Sexo, que además de los atractivos mencionados en las otras ferias, suele contar con cine erótico.

Además, tiene la particularidad de tener un fin solidario. Uno de los últimos que se realizó (pre pandemia) tenía un show de strippers con el objetivo de recaudar fondos para la investigación en la lucha contra el SIDA.

Por último, uno de los puntos más remotos del planeta, Singapur, comenzó a plantearse años atrás la posibilidad de superar tabúes mediante ferias de sexo. Se trató de una muestra de numerosas piezas procedentes del Museo Chino de Cultura Sexual Antigua, que debido al valor de las mismas, contó con un importante cordón policial.

Kenny Goh, alma máter de la muestra, comentó a EFE que la tarea de llevar a cabo una exposición de este tipo, “en un país donde el sexo es un tabú”, no ha sido fácil.

Durante el proceso tuvieron que trabajar con la policía y respetar la orden de no incluir desnudos, artículos u actos obscenos ni insinuaciones de carácter homosexual. Pero algo es algo, en un país marcado por una cultura tan cerrada en ese sentido.