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La trágica muerte de Ricardo Daniel Carías, como se llamaba “La Tota Santillán” conmovió a todos. El querido conductor de la movida tropical falleció de forma sorpresiva, a horas de tenerse de presentar en un show y sin dar aviso de lo que puede haber sido un acto voluntario para terminar con su vida a los 57 años.
Mientras se investigan los indicios que permitan comprobar la causa de su fallecimiento, se van descubriendo detalles de la vida del animador que sorprenden y explican la tramanda decisión que habría tomado. El ex de Fernanda Vives vivía solo en su casa de Castelar.
El hogar del animador de la bailanta tropical fue el reflejo de su personalidad tan sencillaa. Con amplios espacios, muebles de madera macizos y rústicos, y escasos elementos decorativos que destacan momentos importantes de su vida.
Las paredes de la casa de La Tota Santillán sólo tenían algunos cuadros de fotos personales y de paisajes que aportaban un toque íntimo y personal a cada rincón del lugar.
Uno de los elementos más llamativos de la sala principal - habitación en la que se cree que se dio el incendio que terminó con su vida- era un sillón tapizado de azul, que solía ser uno de sus puntos de descanso. Este detalle, junto con el mobiliario robusto y el estilo acogedor, formaban parte del ambiente donde vivía el conductor y productor mendocino, oriundo de San Martín.
En su cuenta de Instagram, que cuenta con más de 30 mil seguidores, se puede ver en varias oportunidades el mencionado sillón azul, bajo dos cuadros con postales de momentos importantes de su vida. En ese mismo sillón el conductor se habría rociado con un líquido inflamable y se habría prendido fuego.