El desconcierto

Alberto Fernández y Javier Milei (Archivo).
Alberto Fernández y Javier Milei (Archivo).

Es difícil entender que nos está pasando. Es difícil comprender como el pueblo sigue apoyando la política del gobierno, que en estos momentos es dura y cercana al sacrificio. Ese desconcierto se debe a que existe un acompañamiento casi irrestricto de apoyo popular a medidas del gobierno que para muchos es inexplicable.

Sin embargo, existe una explicación bastante sencilla. Los gobiernos anteriores fueron tan malos, dejaron un desastre económico y, sobre todo, cultural tan atroz, donde la palabra no tiene validez, el trabajo es casi desconocido porque nos acostumbraron a la dádiva, a la ayuda del Estado, al quedarse en casa sin hacer nada, antes que trabajar y progresar.

El esfuerzo fue suplantado por la comodidad. Todo un desastre convivencial. Nos mal educaron hacia la desidia, el conformismo, el aceptar cosas que un pueblo consciente y despierto, jamás debió aceptar.

Nos fueron prostituyendo respecto al trabajo y al esfuerzo, para convertirnos en simples receptores de favores y ayuda del gobierno de turno.

Gobierno por otro lado, que, en los últimos años, estuvo solo en manos de un partido político que nos educó en el conformismo, en el dejar hacer o dejar pasar, sin esfuerzo alguno y sin una meta de superación que todo pueblo debe tener.

En esto no convirtieron en los últimos veinte años o más. Y el resultado está a la vista. Un país lleno de pobres, de gente que agacha la cabeza y acepta, de grupos amotinados que solo saben hacer piquetes por cualquier cosa. Todo llevado a cabo por personas pagadas, para hacer esos piquetes, cortar calles, tirar piedras y amotinar a todo el mundo. En vez de trabajar, es mejor el motín, el romper vidrieras, el acosar a la policía y fuerzas de seguridad, el romper la calma de cualquier ciudad.

Ahora nos damos cuenta de lo mal que estamos, causa por la cual el pueblo sumido en la tristeza y en la pobreza, acepta de buen o mal grado, estas duras medidas que ha tenido que tomar el Presidente, para encausar el peligroso desvío al que nos estaba llevando las políticas anteriores.

Ahora nos damos cuenta del desastre y por eso aceptamos el duro esfuerzo que estamos haciendo.

Ese desconcierto al que nos llevaron políticas equivocadas, nos hace aceptar la dureza de la actualidad. Porque no hay otro camino, que el esfuerzo aun a costa del dolor que esto nos causa. Dios quiera que esta dura política emprendida por Milei de resultado, porque es la única manera de salir de este atolladero en que nos encontramos.

* El autor es abogado.

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