En relación a que la Unesco declaró reciente al bolero como patrimonio intangible de la Humanidad, compartiendo esta distinción con la que oportunamente logró su querido e inseparable hermano, el tango, quiero reflexionar sobre el particular, a pesar de que este género musical no nació como nuestra música ciudadana.
Los tangueros nos sentimos profundamente identificados con sus bellas y centenarias melodías, las que aún hoy, nos llegan hasta lo más profundo de nuestro ser.
Debido a este hecho, quisiera recordar y destacar a algunos cultores mendocinos del cancionero melódico, que supieron brillar más allá de nuestras fronteras, representando a nuestra provincia con su talento musical, como Leo Marini, Leonardo Favio, Daniel Riolobos, Ricardo Yarque (el trovador de los Andes), Bill Rosales, Raúl Marvi y otros que aún nos siguen deleitando con la suavidad de su voz, como Polo Márquez, su hijo Gustavo Mat Urano, Cristian Maravilla (el Ladrón de Sueños) y la siempre vigente Clarita Arnulphi.
Vaya mi reconocimiento eterno y el de toda nuestra hermosa provincia, a quienes nos supieron emocionar con su voz dentro de este excelente género musical, que fue y es para muchos el mejor camino para caer en brazos del amor…
Javier “Pocho” Aciar. Socio fundador del Ateneo del Tango Mendoza.