31 de diciembre de 2025 - 17:05

El misterio resuelto del fútbol argentino: dónde estuvo una de sus primeras canchas oficiales

Un periodista y un historiador lograron ubicar con precisión el enigmático escenario Highfield, utilizado en el primer campeonato de fútbol del país, en 1891.

Durante cinco años, Marcelo Benini y Ricardo Mase, integrantes del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol(CIHF), persiguieron una pista casi borrada por el tiempo: la ubicación exacta de una de las canchas utilizadas en el primer campeonato oficial del fútbol argentino, disputado en 1891.

De aquellas seis sedes inaugurales organizadas por la Argentine Association Football League (AAFL), solo una permanecía envuelta en el misterio. Su nombre era Highfield, citado una y otra vez en crónicas periodísticas editadas en inglés, pero ausente de mapas, planos y registros oficiales. Se sabía que había estado “entre Palermo y Belgrano”, sobre la actual avenida Cabildo, aunque sus límites precisos eran un enigma.

Highfield, el gran misterio

Highfield no fue un escenario menor: allí se disputó el tercer partido oficial de la historia del fútbol argentino. En ese campo, el Belgrano Football Club fue local ante Buenos Aires FC, Saint Andrew’s, Buenos Aires and Rosario Railway y Caledonians. Sin embargo, tras la finalización del torneo, la cancha desapareció sin dejar rastro. Al año siguiente, incluso el club que la utilizaba se esfumó de los registros.

Fútbol Argentino
Durante cinco años, Marcelo Benini y Ricardo Mase, integrantes del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol (CIHF), persiguieron una pista casi borrada por el tiempo.

Durante cinco años, Marcelo Benini y Ricardo Mase, integrantes del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol (CIHF), persiguieron una pista casi borrada por el tiempo.

El primer gran avance llegó al descartar una confusión habitual. Highfield no era la famosa Quinta Highfield, residencia del embajador británico Francis Pakenham entre 1886 y 1889. Según explican los investigadores, ese nombre funcionaba como una referencia geográfica para los lectores ingleses, pero el campo de juego se encontraba antes de llegar a esa propiedad. Con el tiempo, el terreno adoptó ese nombre de manera informal y lo conservó incluso cuando la residencia diplomática dejó de utilizarse.

La clave definitiva apareció al retroceder hasta 1889, cuando comenzaron a hallarse convocatorias deportivas vinculadas al béisbol, disciplina practicada por ciudadanos estadounidenses en la zona. Ellos no llamaban Highfield al lugar, sino Prado General Belgrano, un enorme predio de casi diez hectáreas ubicado aproximadamente un kilómetro antes del casco urbano del barrio.

Ese campo figuraba en los planos topográficos de la época y coincidía tanto en superficie como en localización con las crónicas futbolísticas de 1891. Refinando la búsqueda y analizando los posteriores loteos, Benini y Mase determinaron que la cancha se encontraba entre las actuales calles Cabildo, Olleros, 11 de Septiembre y Gorostiaga, dentro de tierras que pertenecían a Lisandro Billinghurst, quien cedió parte del terreno al Buenos Aires Football Club para la práctica deportiva de la comunidad británica.

La historia tuvo un final abrupto. Tras una serie de subastas inmobiliarias, el 15 de agosto de 1891 el predio fue fraccionado definitivamente y la cancha desapareció. Años más tarde, en ese lugar se levantaría la fábrica textil Sternberg. Durante más de un siglo, Highfield fue apenas una referencia vaga. Hoy, gracias a esta investigación, el fútbol argentino recupera una de sus piezas fundacionales más enigmáticas.

Fútbol Argentino
Ese campo figuraba en los planos topográficos de la época y coincidía tanto en superficie como en localización con las crónicas futbolísticas de 1891.

Ese campo figuraba en los planos topográficos de la época y coincidía tanto en superficie como en localización con las crónicas futbolísticas de 1891.

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