El movimiento #MeToo tuvo un rol protagónico el domingo en los Premios Óscar desde que estalló el escándalo sexual de Harvey Weinstein, quitándole a la gala mucho de la frivolidad habitual.
El movimiento #MeToo tuvo un rol protagónico el domingo en los Premios Óscar desde que estalló el escándalo sexual de Harvey Weinstein, quitándole a la gala mucho de la frivolidad habitual.
Frances McDormand protagonizó uno de los momentos más importantes de la 90ª edición de los premios de la Academia, celebrada en el teatro Dolby de Hollywood.
La ganadora de la estatuilla a mejor actriz ofreció un emocionante discurso para el movimiento #MeToo que busca poner fin al acoso sexual y la desigualdad de género en Hollywood.

Colocando su estatuilla en el suelo, una muy animada McDormand pidió ponerse de pie a las mujeres nominadas en todas las categorías.
"Miren alrededor, damas y caballeros, porque todas tenemos historias que contar, proyectos que financiar", dijo McDormand entre aplausos.
"No nos hablen en las fiestas esta noche. Invítennos a sus oficinas en un par de días, o pueden venir a las nuestras, lo que les funcione mejor, y les hablaremos de ellas", dijo.
Y enviando a muchos directamente a Google, concluyó: "Tengo dos palabras para ustedes esta noche, damas y caballeros, 'inclusión rider'". Se refería a una cláusula en los contratos que obliga a la diversidad en la plantilla de una película.