Un asteroide de 500 metros de diámetro amenaza con impactar la Tierra el 21 de septiembre de 2135. Pese a lo lejano que suena, la NASA ya planeó cómo frenar y destruir al objeto espacial, que pone en peligro el futuro de la humanidad.
Un asteroide de 500 metros de diámetro amenaza con impactar la Tierra el 21 de septiembre de 2135. Pese a lo lejano que suena, la NASA ya planeó cómo frenar y destruir al objeto espacial, que pone en peligro el futuro de la humanidad.
La agencia espacial estadounidense dio inicio a su plan en 2016, cuando puso en marcha la misión Osiris Rex, que lanzó desde Caño Cañaveral una nave con el objetivo de visitar y estudiar a Bennu, como bautizaron al asteroide en referencia a un ave del Antiguo Egipto asociada a la muerte.
Se espera que el 3 de diciembre de este año arribe a su destino final y pase dos años allí analizando la superficie y tomando 60 gramos de muestra que llegarán nuevamente a nuestro planeta en 2023.

Otra parte del plan es el proyecto Hammer (Misión de Mitigación de un Asteroide a Hipervelocidad para una Respuesta de Emergencia, según sus siglas en inglés), que la NASA lo define como "el botón rojo" ante el apocalipsis.
Se trata de una nave de 8,8 toneladas que es capaz de desviar al asteroide Bennu impactando contra él, al activar una carga nuclear. El proyecto Hammer cuesta 800 millones de dólares y será presentado en mayo próximo en una conferencia de seguridad espacial en Japón, precisó diario Clarín.

La NASA tiene una Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria que está a cargo de observar y predecir los miles de objetos que impactan sobre la Tierra año tras año. Pese a lo desconcertante que parece el panorama, los astrofísicos de este organismo gubernamental advirtieron que la probabilidad de que Bennu cauce destrozos en nuestro planeta es de 1 en 2.700, pero su plan sigue en pie.
Bennu mide 500 metros de diámetro, viaja alrededor del Sol a una velocidad de 101.389 kilómetros por hora y puede ser visto cada seis años desde el planeta Tierra. Si bien hay esperanza depositada en la NASA, hay voces temerosas como la del ingeniero aero espacial Brent W. Barbee, quien aseguró que el impacto nuclear del Hammer no sería suficiente para frenar el asteroide.