Por un festejo sin sobresaltos

Estamos en vísperas de las fiestas de fin de año, una época en la que debe evitarse la conducción irresponsable de automotores y su desenlace de incidentes de tránsito. También es temporada en la que consumimos más y generamos muchos residuos que impactan negativamente en el ambiente.

Por un festejo sin sobresaltos.
Por un festejo sin sobresaltos.

En las fiestas de fin de año de 2020 no se registraron mayormente en la provincia incidentes de tránsito graves y fue bajísimo el número de heridos por el uso de pirotecnia.

Eso se debió, en buena medida, a las campañas de concientización, a la colaboración de toda la sociedad y al hecho de que aún en ese entonces el contexto de pandemia era todavía gravitante en la vida de las personas y había una menor circulación de vehículos, lo que naturalmente no ocurrirá ahora.

La conducción responsable de nuestros automotores será el mejor antídoto para evitar los accidentes en calles y rutas y siendo muy estrictos en la hora de conducir, en el sentido de no hacerlo si se ha bebido alcohol.

La elección de un conductor designado o la contratación de un traslado rentado será la más sabia opción.

Por eso es esperable que, para los festejos que ya están a punto de celebrarse, acciones, consumos y hábitos se desarrollen dentro de parámetros lo más normales posibles, evitando que se produzcan siniestros de tránsito que tanto perjuicio causan a los involucrados y dolor a sus familiares, con una secuela de consecuencias que trastornan las existencias de quienes pasan por esas experiencias.

El uso de la pirotecnia agresiva y contaminante está prohibido en el orden provincial y en los departamentos, por lo que se encuentra en baja desde hace un tiempo.

Pero siempre hay posibles desvíos y no faltará quien se atreva a usar estos peligrosos elementos en forma clandestina.

Por eso si se escucha o se ve pirotecnia, esto significa que ha sido adquirida en forma ilegal.

Porque legalmente -creemos, con buen criterio- nadie podría vender.

Entonces, lo que se comercialice y utilice será proveniente del circuito clandestino o de otra provincia.

Como se recordará, la utilización libre de este material explosivo afectaba mucho a niños con autismo y a los animales domésticos.

Por otra parte, los ambientalistas nos recuerdan, sabiamente, que en esta época del año consumimos más y generamos muchos residuos que impactan negativamente en el ambiente y por eso recomiendan prácticas sustentables que, claro, a veces no tenemos en cuenta por el vértigo de las jornadas que se avecinan.

Pero, por ejemplo, a la hora de elegir regalos, procurar optar por los que están hechos de materiales reciclados o certificados por FSC (un sistema de certificación forestal sostenible promovido por empresas productoras y comercializadoras de madera), y evitar los artículos de plástico de un solo uso que no se pueden reciclar.

Asimismo, otra salida es intentar elegir regalos artesanales o de producción local.

También pueden ser alimentos y ropa con certificación orgánica.

Como se ve, pequeñas opciones no difíciles de poner en práctica pero que, sin embargo, suman acciones que en su conjunto ayudan a cuidar nuestro planeta y a generar nuevos hábitos de consumo.

En síntesis, las fiestas de fin de año son momentos de reunión entre familias y amigos para compartir las cosas de la vida en lo que ésta tiene de bueno y de no tan bueno, pero también para reflexionar acerca de lo que hicimos durante el año que pasó y de lo que proyectamos para los tiempos que vienen.

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