5 de marzo de 2025 - 00:00

Iniciativa artística por los niños con cáncer

Un loable gesto de apoyo a quienes desde temprana buscan recuperarse de la enfermedad.

En conmemoración con el pasado Día Internacional del Cáncer Infantil, un grupo de personas altruistas inauguró un mural callejero, que involucra a niños y niñas que están en proceso de recuperación por sufrir algún tipo de cáncer. El proyecto lleva ya diez años de vigencia y se llama “Pajaritos volando”.

Arrancó una mañana de verano de 2015 en Luján de Cuyo y ya lleva habilitados diez murales en distintas partes de la provincia.El último fue puesto descubierto al público en el parque Canota de Luzuriaga (Maipú). La idea fue concebida por la artista plástica Luisa Olguín, de la biblioteca Alberdi de Luján de Cuyo, y cuenta con imprescindibles apoyos en el mundo de los libros representado por la Comisión de Bibliotecas Populares de Luján de Cuyo (Colubip) y el Servicio de Oncohematología del Hospital Pediátrico Dr. Humberto J. Notti, que conduce el doctor Guillermo Arbesú. También hacen sus aportes los municipios de Luján de Cuyo y Maipú.Murales de esta concepción ya se han realizado en Luján de Cuyo (2015), Junín (2017), Godoy Cruz (2018), General Alvear (2019), San Martín (2020), Las Heras (2021), Rivadavia (2022), Santa Rosa(2023) y San Rafael (2024). Simbolizan la culminación de un esfuerzo colaborativo entre la comunidad y los pequeños pacientes que enfrentan la batalla contra el cáncer infantil y sus allegados.

Puede asegurarse que el mural "Pajaritos Volando" es el resultado de un proyecto artístico único, donde los niños y niñas pacientes de la sala de espera del servicio de Oncohematología del Notti, participan, con artistas experimentados, de la aplicación de la técnica de mosaiquismo en trencadis para crear figuras de siluetas de pájaros y flores.

La técnica del trencadis consiste en la decoración con cerámica, pero reemplazando las diminutas piezas o teselas por multitud de pequeños trozos de cerámica rota.De la confección de las obras participan varias personas, entre ellas niños y niñas que son pacientes del Notti. Los médicos e investigadores del establecimiento médico de Bandera de los Andes han observado que esta forma de arteterapia ayuda mucho a mejorar el bienestar físico y psicológico de los infantes sometidos a tratamiento anticancerígeno. Los días de realización de los murales son los que más les aportan a los pacientes porque el hecho de integrarse a la tarea artística mejora sus estados de ánimo y adaptación. Esas son las jornadas de labor propiamente dicha en el sitio elegido para fijar el mural, pero previamente hay talleres de mosaiquismo en la Biblioteca Julio Fernández Peláez, en Maipú.

La respuesta entusiasta de socios y el público en general ha derivado en la creación de nuevas piezas que se suman a la confección de las obras, que posteriormente vestirán las paredes de distintas localidades.

Debe reconocerse que los tratamientos médicos que se brindan a los chicos con cáncer en el área específica del Notti, son los que básicamente aportan a su concreta recuperación, pero los beneficios de la arteterapia, como fluyen de proyectos como el comentado, hacen que disminuyan los niveles de estrés y ansiedad y mejoran la autoestima y la confianza de los pequeños enfermos y de sus familiares cercanos.

Proyectos como “Pajaritos volando” no cuentan con presupuestos ni aportes oficiales y sí con manos solidarias que adhieren y apoyan. Sería estimulante que, en áreas de gobierno, de la administración central o de los municipios, se pudiera contemplar algún tipo de apoyo económico para mantener e incentivar el loable cometido artístico por su relación con la niñez en dificultades.

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