Con los sueldos de agosto como referencia, la economía argentina fijó nuevos límites para identificar quién pertenece a la clase baja en septiembre. El IDECBA actualizó sus valores de corte para un hogar tipo de cuatro integrantes, considerando datos oficiales del INDEC. Así, los tramos salariales muestran con claridad la frontera entre la indigencia, la pobreza no indigente, la vulnerabilidad y la clase media.
Según el informe, un hogar conformado por dos adultos activos y dos hijos queda ubicado en la clase baja si percibe ingresos mensuales de hasta $1.214.296,21. Ese rango abarca desde la indigencia, que va de $0 hasta $651.816,24, hasta la pobreza no indigente, cuyo techo llega a poco más de $1,2 millones. Superado ese monto recién se ingresa al grupo de “no pobres vulnerables”.
Comparación con la canasta básica del INDEC
La Canasta Básica Total (CBT) publicada por el INDEC en julio fue de $1.149.353 para el mismo hogar tipo. Esto significa que, incluso alcanzando ese nivel de ingreso, todavía se pertenece a la clase baja, porque no alcanza para superar el umbral del IDECBA que marca el inicio de la clase media frágil. La diferencia entre los indicadores muestra la distancia entre “no ser pobre” y dejar de estar en la clase baja.
Estos rangos, construidos con datos de agosto y proyectados para septiembre, permiten ver cómo se distribuye el ingreso familiar en todo el país, más allá de la Ciudad de Buenos Aires.
Alquiler y costo de vida
El IDECBA aclara que estos montos no contemplan alquiler, un gasto que en muchas ciudades argentinas supera los $500.000 mensuales. Por eso, incluso hogares que logran superar la línea de la clase baja enfrentan serias dificultades para cubrir el resto de la canasta ampliada. La presión inflacionaria y la disparada de servicios refuerzan la fragilidad de los ingresos.