Se retrae la oferta de casas en zonas tradicionales y crece en las más alejadas de Mendoza
Los datos provisorios muestran que bajó la venta de inmuebles en líneas generales y que el año terminará con movimiento bajo. Expectativas de alza para 2026.
La oferta de inmuebles y de casas en Mendoza comenzó a mostrar señales de retracción en las zonas tradicionales al tiempo que se consolida un avance sostenido en Luján de Cuyo y en Maipú, hoy los departamentos más dinámicos del mercado. El dato surge de los registros anualizados y del trabajo que realiza Inmodata en función de los datos de Inmoup que permiten identificar tendencias antes del cierre definitivo del año.
Andi Landa, a cargo de Inmodata, ofreció un avance con relación a la cantidad de ventas en Mendoza en lo que va de 2025; dato que también registra y releva el Monitor Inmobiliario. Se trata de un dato provisorio ya que para saber qué pasó durante todo el año habrá que esperar hasta enero o febrero. “Hasta principios de diciembre, en la comparación interanual, el número de ventas cerradas de nuestros informes privados es que se ha vendido un 8% menos este año”, expresó Landa, también al frente de la inmobiliaria Aele.
Si bien el de inmuebles ha sido uno de los sectores que mejor ha marchado durante 2025, el freno impuesto por la incertidumbre eleccionaria no fue gratuito. Si bien pasada la fecha, se produjo una suerte de reverdecer, lo cierto es que esto no se ha traducido ni en operaciones ni en el movimiento esperado. “El último trimestre del año suele ser uno de los más fuertes, pero al parecer luego de las elecciones la gente se relajó y se puso a pensar en las vacaciones o en otras cosas”, aventuró Landa.
Retracción de zonas tradicionales
Según el trabajo de Inmodata los departamentos de Guaymallén y Godoy Cruz son los lugares en donde más cayó la oferta de propiedades. Se trata de zonas históricamente demandadas por su comodidad, cercanía y practicidad. Además, cuentan con valores más accesibles, en especial en Guaymallén, donde existe mayor volumen de inmuebles y precios relativamente más bajos. Godoy Cruz, en cambio, mantiene una demanda firme, pero con menor disponibilidad de propiedades, lo que explica la contracción de la oferta.
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En contraposición, Luján de Cuyo y Maipú registraron un incremento interanual en su oferta. El primero creció en valores transados debido a que se trata de propiedades más caras mientras que el segundo lo hizo en cantidad de metros cuadrados ofrecidos. Marcos Herrera, director de Inmoup, expresó que esta diferencia se debe al tipo de inmuebles que prevalecen en cada zona.
“En Luján y en Maipú hay más lotes y casas mientras que en los otros predominan los deparamentos”, detalló Herrera. En este marco, agregó que si bien hay mucho de aspiracional con relación al barrio privado, también se ha dado que en Guaymallén, Ciudad y Godoy Cruz muchos pudieron comprar un departamento con crédito con la idea de tener algo en mano. Esto también ha incidido en el cambio de la oferta.
Por otra parte, desde el punto de vista de Eduardo Rosta de Rosta Consultores Inmobiliarios, este comportamiento está asociado a un cambio de hábitos sostenido: comprador que priorizan construcciones más nuevas, mayor superficie de terreno, seguridad y calidad de vida. Esto se suma al crecimiento de los strip market y diversas ofertas de servicios que antes no existían en las zonas alejadas. “Lo que antes era percibido como lejano o incómodo, hoy resulta más accesible, incluso en términos educativos”, comentó Rosta.
Este crecimiento en la oferta de Luján y Maipú que en cierto modo se equipara con la baja en las zonas más urbanas podría traer algunas complicaciones. Si bien no se habla de sobreoferta, Andi Landa, corredor inmobiliario, advirtió que podría darse una suerte de “toxicidad” en el mercado. Es porque al crecer la oferta y los precios en estas zonas, muchos propietarios eligen “vender” sus casas, pero lo hacen a precios por encima de los de mercado lo que dificulta las transacciones reales.
Para Eduardo Rosta, quienes colocan precios por encima de lo que cuesta una propiedad, no llegan a concretar operación alguna. “Son viviendas que están meses en el mercado y no impactan en la oferta real”, comentó Rosta. Estos dueños no tenían intención real de vender y publican a valores fuera de mercado, lo que genera una “oferta aparente” que no se concreta.
Fin de año tranquilo y expectativas altas
Más allá de estos movimientos, el nivel de consultas se mantiene por debajo de lo habitual. La actividad general del mercado es similar a la del año pasado y suele concentrarse hasta mediados de diciembre, para luego entrar en una pausa estacional y reactivarse recién en febrero. A esto se suma, según datos de Inmodata, una caída del 50% en los créditos hipotecarios en noviembre, luego de un repunte puntual en octubre, mientras que diciembre podría mostrar números similares.
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La situación crediticia sigue siendo un factor clave. Los plazos de otorgamiento de entre 120 y 150 días son considerados excesivos por los operadores. El Banco Nación concentra cerca del 60% de los créditos otorgados, con tasas que bajaron, pero con un scoring todavía elevado, lo que limita el acceso. “En la banca privada, las tasas rondan el 10% más UVA, con requisitos difíciles de cumplir”, apuntó Andi Landa.
De acuerdo con el análisis de Eduardo Rosta, el mercado estuvo prácticamente paralizado antes de las elecciones y comenzó a mostrar señales de reactivación posterior, aunque todavía con pocas operaciones nuevas. Muchas ventas iniciadas antes o durante el proceso electoral se concretaron después de octubre.
En línea, Marcos Herrera, explicó que luego de las elecciones la actividad dentro del sitio creció fuertemente. De hecho, pasaron de 27.000 usuarios únicos a 35.000 al tiempo que también crecieron las visitas en torno a un 10%. “Es cierto que por ahora esta mayor cantidad de consultas no se ha traducido en operaciones concretas”, expresó Herrera. Desde su punto de vista, el crecimiento en la actividad indica un aumento en las expectativas para el año que viene.
Es probable que 2025 cierre peor de lo esperado y que los créditos hipotecarios, los verdaderos motorizadores del mercado, todavía no lleguen. Sin embargo, hay coincidencia en que la estabilidad cambiaria y las reformas prometidas –incluida de menos impuestos a las Ganancias para desarrolladores- tengan un impacto altamente positivo. “Creo que podemos no estar preparados para todo lo bueno que puede venir en 2026”, anticipó Herrera.