13 de noviembre de 2025 - 15:02

Paolo Rocca, CEO de Techint en la UIA pidió "repensar la política industrial"

En la UIA, Paolo Rocca advirtió por el impacto de las importaciones, defendió una política industrial moderna y pidió reformas para reducir la informalidad.

En la conferencia anual de la UIA, Paolo Rocca, CEO del Grupo Techint, planteó un diagnóstico contundente sobre los desafíos de la industria argentina frente al aumento de las importaciones, el exceso de capacidad global —especialmente en China— y la necesidad de un marco regulatorio que acompañe la transición hacia una mayor competitividad.

El empresario también defendió la vigencia de una política industrial moderna y pidió avanzar con reformas estructurales que reduzcan la informalidad, mejoren la calidad institucional y promuevan la inversión.

“Las empresas se enfrentan a una decisión difícil”

Al analizar el impacto del ingreso de productos importados, Rocca describió el dilema que hoy atraviesan muchas industrias locales. “Con el aumento de las importaciones las empresas se enfrentan a la decisión de agregar valor agregado, o cierro y distribuyo, uso la cadena comercial para distribuir material importado”, planteó.

Y fue más allá: “¿Cómo llamo a esta decisión? ¿Cómo el Estado se pone frente a esta decisión? ¿Dejando que la fuerza que presiona su objeto actúe libremente o generando un diálogo?”, cuestionó, en referencia al rol estatal ante la competencia desleal y el exceso de capacidad de países como China.

El CEO de Techint afirmó que no se trata de cerrar la economía, sino de discutir con realismo qué sectores deben transitar acompañados y cuáles no tienen “vigencia estratégica”. “Estoy a favor de una visión que abra un diálogo con el sector industrial y discuta la situación de cada sector”, sostuvo.

Una política industrial

Rocca reconoció que el concepto de política industrial arrastra un fuerte desgaste por malas experiencias del pasado, pero insistió en que sigue siendo clave para una estrategia de desarrollo: “Yo me doy perfectamente cuenta del desprestigio que en 20 años de administración se ha creado, pero esto no me hace abandonar el concepto en sí. El concepto sigue siendo importante y vigente para un país que queremos”.

Planteó que todos los países que compiten en industrias estratégicas —desde Europa hasta EE.UU.— debaten activamente cómo sostener sus cadenas de valor frente a cambios globales.

Rocca explicó que mejorar la competitividad argentina requiere “una macroestabilización” y avanzar en una agenda de calidad institucional. Destacó que en ambos frentes “se está progresando”, pero subrayó que aún quedan reformas centrales.

“La industria necesita reducir la carga impositiva. Esto pasa por reducir la informalidad”, afirmó.

Según el empresario, no es posible encarar todas las reformas al mismo tiempo, pero sí ordenar prioridades. Mencionó tres ejes de una reforma tributaria que considere la producción:

Reducir la informalidad: “La informalidad es la piedra más pesada del sistema”, remarcó. Para Rocca, una industria informal no puede exportar ni incorporar tecnología, ni acceder a crédito o formar capital humano.

Recordó casos como la tasa municipal de Ramallo —“300.000 pesos por empleado por mes”— que, dijo, grafican cómo las cargas recaen sobre quienes ya están en regla. “Hay una presión sobre el sector formal”, advirtió.

Favorecer la inversión: Propuso líneas similares a las aplicadas en Italia o Chile, donde se grava distinto la utilidad distribuida y la reinvertida, para estimular la expansión productiva.

No desalentar las exportaciones: “Una empresa industrial con enorme valor agregado no puede tener una retención del 3, 4 o 5%”, subrayó. Y agregó que lo mismo ocurre con el agro: “No tiene un sentido muy grande”.

Según Rocca, reducir la informalidad, favorecer la inversión y no obstaculizar las exportaciones deberían ser los tres pilares de una reforma tributaria moderna.

Reforma laboral y productividad: El CEO de Techint también ubicó a la reforma laboral entre los cambios urgentes. “El tema laboral es la segunda reforma muy importante”, planteó, y volvió a vincularla con la informalidad: “Al corazón de esto está la reducción de la informalidad”.

Sostuvo que la productividad y la adopción tecnológica dependen de que las empresas puedan crecer, exportar y acceder al crédito, condiciones que no existen en un esquema informal o hiperregulado.

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