13 de noviembre de 2025 - 10:50

En la UIA, industriales advierten que la carga fiscal "derrite" el capital de trabajo de las empresas

En la UIA, Carlos Abeledo y César Litvin alertaron que los saldos a favor, los impuestos distorsivos y la superposición de tributos.

Durante el panel, "Competitividad sistémica: claves para reducir el costo argentino", el Presidente del Departamento de Política Tributaria de la UIA, Carlos Abeledo, y el CEO de Lisicki Litvin & Abelovich, César Litvin, coincidieron en que el entramado tributario nacional, provincial y municipal se ha convertido en un obstáculo crítico para la actividad industrial y la inversión.

Ambos referentes subrayaron que la acumulación de saldos a favor, la proliferación de tributos y la falta de coordinación entre niveles de gobierno profundizan la pérdida de competitividad.

“Lo urgente es devolver el capital de trabajo que tiene el Estado”

Abeledo fue categórico al describir la prioridad inmediata para el sector productivo: la devolución de los saldos a favor acumulados.

“Son cifras enormes que debieran estar como capital de trabajo en las empresas”, afirmó. Según explicó, la urgencia pasa por agotar de manera inmediata esos saldos inmovilizados en manos del Estado, para luego avanzar hacia una reforma estructural.

El dirigente industrial remarcó que la Argentina arrastra impuestos distorsivos en los tres niveles de tributación:

“En lo nacional, el impuesto a los débitos y créditos, el mal llamado impuesto al cheque; en lo provincial, Ingresos Brutos, un impuesto en cascada con todos sus defectos; y en lo municipal, las tasas de inspección, seguridad e higiene, que funcionan como un hermano menor de Ingresos Brutos y generan un costo enorme para las empresas”, describió.

Abeledo señaló además que, pese a las dificultades, observa una alineación inédita entre los objetivos oficiales y los del sector privado:

“Lo que tiene el Gobierno nacional en materia tributaria se parece bastante a los objetivos que tenemos desde el sector industrial: atacar los impuestos distorsivos. Hay decisión política, pero falta ver la velocidad y la forma que tomará todo esto”, planteó.

Para que las modificaciones sean duraderas, Abeledo insistió en la necesidad de un consenso fiscal integral, que involucre a Nación, provincias y municipios. Ese acuerdo, sostuvo, debería tener una autoridad de aplicación clara y un sistema de premios y castigos para cumplidores e incumplidores, además de corregir los errores de los pactos fiscales de 1993 y 2017.

Litvin: “Se han creado monstruos: el contribuyente termina siendo acreedor del fisco”

Por su parte, el tributarista César Litvin describió el sistema de recaudación anticipada como un mecanismo que termina debilitando al sector productivo.

“Los saldos a favor son algo totalmente improcedente. Se han creado monstruos con los sistemas de retención, percepción y regímenes como SIRCREB”, advirtió. Según Litvin, estos mecanismos trasladan anticipadamente recursos privados al sector público, generando una situación “de mundo al revés”.

“El contribuyente pasa a ser acreedor del fisco, pero un acreedor débil. Cuando toca el timbre para que le devuelvan el dinero, le ponen trabas burocráticas y lo someten a un financiamiento a tasa cero”, agregó.

Mientras tanto, explicó, la empresa debe salir a buscar crédito a tasas elevadas, lo que agrava los problemas de liquidez.

Litvin graficó la situación con una metáfora contundente: “Imagínense que les dan un helado y lo dejan todo el evento en la mano. Ese helado se derrite. Lo mismo pasa con el crédito fiscal: con el paso de las semanas, meses y hasta años, ese saldo se vuelve irrecuperable”.

UIA Conferencia 31° Carlos Abeledo, Presidente del Departamento de Política Tributaria UIA y César Litvin, CEO Lisicki Litvin & Abelovich
Carlos Abeledo, Presidente del Departamento de Política Tributaria UIA y César Litvin, CEO Lisicki Litvin & Abelovich durante la Conferencia Industrial de la UIA.

Carlos Abeledo, Presidente del Departamento de Política Tributaria UIA y César Litvin, CEO Lisicki Litvin & Abelovich durante la Conferencia Industrial de la UIA.

Una cancha inclinada para competir

El tributarista también habló de la “cancha inclinada” sobre la que operan las empresas argentinas. En su análisis, los principales problemas que afectan la gestión empresaria son:

  • Una presión fiscal altísima, que recae únicamente sobre quienes efectivamente cumplen. “Eso alienta la informalidad y genera competencia desleal”, sostuvo.

  • Complejidad administrativa: entre Nación, provincias y municipios existen 154 tributos vigentes, lo que obliga a las compañías a ampliar sus estructuras administrativas.

  • Superposición de impuestos sobre los mismos bienes: IVA, impuestos internos, Ingresos Brutos y tasas municipales basadas en ventas.

  • Tributos distorsivos que no existen en el mundo desarrollado: “Ingresos Brutos es el peor de todos; un impuesto plurifásico acumulativo. Solo doce países en el mundo tienen impuestos a la exportación, y todos del tercer mundo. Argentina está en ese equipo”, afirmó.

Tanto Abeledo como Litvin coincidieron en que la Argentina enfrenta una oportunidad para simplificar el sistema tributario y mejorar la competitividad industrial. Pero la condición indispensable, remarcaron, es devolver liquidez al sector productivo y eliminar progresivamente los impuestos que traban la inversión y la creación de empleo.

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