Una encuesta nacional e internacional mostró la importancia que los trabajadores le dan a la posibilidad de capacitarse dentro del entorno laboral.
La compañía global líder en talento, Randstad, presentó los resultados más recientes de su última encuesta, el estudio del Randstad Employer Brand Research. Este trabajo analiza el atractivo de las marcas de los mayores empleadores en 34 países. Es el estudio independiente sobre employer branding más completo e inclusivo a nivel global al evaluar el atractivo empleador de más de 6.400 compañías en todo el mundo.
Según el informe, 4 de cada 5 trabajadores argentinos consideran que la capacitación en nuevas habilidades (reskilling) es un elemento fundamental en su vida laboral. Dentro de ese 79%, un 59% afirma que es muy importante. El análisis también identifica diferencias por género. En Argentina, el 81% de las mujeres valoran el reskilling, frente al 76% de los hombres. Esta diferencia sugiere que las organizaciones deben diseñar estrategias de formación que respondan a los retos particulares que enfrentan las mujeres en el entorno laboral, sin dejar de lado programas generales que fortalezcan el desarrollo de todo el talento.
Esto indica que las empresas deben adaptar sus iniciativas de formación y reskilling para que se ajusten a los desafíos y necesidades específicas que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral, sin dejar de lado las iniciativas generales que ayuden a desarrollar y comprometer al talento. El estudio de Randstad también analizó la importancia del reskilling según el perfil profesional de los trabajadores. Los resultados muestran que este aspecto cobra más relevancia entre los perfiles profesionales en el 80% de los casos, mientras que entre perfiles operativos y los perfiles digitales tienen una valoración levemente menor (74% en ambos casos).
Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, afirmó que dentro de un mercado laboral en transformación constante y con ciclos más cortos, los conocimientos y habilidades pierden vigencia cada vez más rápido. En este sentido, la profesional agregó que las personas valoran especialmente a aquellas empresas que les brindan oportunidades de aprendizaje y desarrollo. “La inversión en formación y desarrollo ayuda a las organizaciones a cerrar la brecha de habilidades y la escasez de talento, al tiempo que impacta en el compromiso de sus colaboradores”, precisó Ávila.
El estudio de Randstad también analizó la intención de cambio entre los trabajadores. En este marco, los resultados muestran que este comportamiento ha sido bastante estable. El contexto de incertidumbre, la inflación y otros componentes de la macroeconomía local explican en parte la actitud conservadora de los trabajadores. Por otra parte, si bien hay más trabajadores que consideran la posibilidad de cambiar de empleo, muchos todavía no se animan a dar el paso, especialmente en un contexto donde la actividad económica y la demanda laboral no muestran señales de crecimiento sostenido.
Esta relativa estabilidad es una oportunidad para que las empresas refuercen las estrategias de fidelización y engagement de sus colaboradores para evitar que una mayor intención de cambio impacte en un aumento en la rotación. “Los datos del Randstad Employer Brand Research muestran con claridad que si bien la intención de cambio crece, muchos trabajadores siguen adoptando una actitud conservadora frente a un contexto económico aún incierto”, puntualizó Andrea Ávila. Agregó que esta relativa estabilidad es una oportunidad para que las organizaciones se anticipen y refuercen sus estrategias de formación y reskilling como un factor clave para consolidar el vínculo con el talento y reducir el riesgo de una rotación acelerada cuando el mercado laboral tome mayor dinamismo.