El 31,6% de los argentinos se ubicó por debajo de la línea de pobreza durante el primer semestre del 2025, lo que marca una caída de más de 20% respecto al mismo período del año pasado, tras la fuerte devaluación del 12 de diciembre del 2023.
El dato del Indec, 31,6%, se compara con la explosión de pobreza del primer semestre del 2024, tras la devaluación de diciembre del 2023.
El 31,6% de los argentinos se ubicó por debajo de la línea de pobreza durante el primer semestre del 2025, lo que marca una caída de más de 20% respecto al mismo período del año pasado, tras la fuerte devaluación del 12 de diciembre del 2023.
Así lo informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos, Indec, destacando que la baja del índice de pobreza se dio debido a la elevada base de comparación y a la desaceleración de la inflación, lo que se trasladó a una moderación del aumento de la canasta básica y la canasta de alimentos.
Respecto a la indigencia, se ubicó en el 6,9% de la población.
Durante el último año, el costo de las canastas básicas que se utilizan para medir pobreza e indigencia subió por debajo de la inflación general, por lo que se explican estas mejoras, pese a que, en términos generales, los salarios reales se estancaron en los últimos meses.
Las estadísticas difundidas por el Indec, significan, para el universo de los 31 aglomerados urbanos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que por debajo de la línea de pobreza se encuentran 2.456.090 hogares, que incluyen a 9.451.018 personas; y, dentro de ese conjunto, 565.821 hogares se encuentran por debajo de la línea de indigencia, lo que representa 2.051.984 personas indigentes.
Si se extrapolan los datos de los 31 aglomerados relevados a toda la población (47 millones de habitantes), 14.850 millones todavía son pobres y 3,2 millones son indigentes.
Con respecto al segundo semestre del 2024, la incidencia de la pobreza registró un descenso tanto en los hogares como en las personas, de 4,5 y 6,5 puntos porcentuales (p.p.), respectivamente.
En el caso de la indigencia, mostró una disminución de 0,8 p.p. en los hogares y de 1,3 p.p. en las personas. Evolución A nivel regional se observó una disminución de la pobreza y la indigencia en todas las regiones.
En el Gran Mendoza, el 25,3 de los hogares y el 33,5 de la población es pobre, según el Indec, mientras que el 3,9 de los hogares es indigente (4,7 de las personas). En este último caso, está por debajo del promedio nacional general.