16 de noviembre de 2025 - 08:10

La industria aporta 17 puntos al PBI, pero el doble a la recaudación

La 31° Conferencia Anual de la Unión Industrial aportó datos clave del peso de los impuestos en la producción. Desafíos, oportunidades y esperanza hacia el futuro.

La 31° Conferencia Anual de la Unión Industrial Argentina (UIA), “El futuro de produce hoy”, dejó claras las principales dificultades y oportunidades que atraviesa y anticipa la industria hoy. El encuentro se realizó en Buenos Aires y contó con la participación de importantes referentes empresarios y del Gobierno nacional. Entre estos últimos, se destacó la presencia del ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, del ministro del Interior de la Nación, Diego Santilli, y del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem.

Con relación a los representantes de la industria argentina, la Conferencia dio inicio con las palabras del presidente de este espacio, Martín Cabrales, y cerró con las de Martín Rappallini, al frente de la UIA, que habló antes de Santilli, el orador final. Por el escenario del Centro de Convenciones de la Ciudad de Buenos Aires, también Paolo Rocca, presidente del Grupo Techint, Martín Redrado, economista especializado en Macro y Economía Internacional y destacados referentes de distintas áreas de la industria. La Inteligencia Artificial, por otra parte, ocupó espacios clave.

Una de las presentes fue la mendocina Patricia Ortiz, CEO de la bodega Tapiz, que participó del panel “Competitividad sistémica: claves para reducir el costo argentino”. En diálogo con Los Andes, la ejecutiva expresó que es importante que las empresas puedan mejorar su competitividad y para ello deben mirar sus gastos y sus costos. Estos últimos tienen que ver con temas laborales y judiciales que necesitan ser tratados por las autoridades con reformas que traigan algo de alivio. “De lo contrario se hace muy difícil la competencia cuando queremos exportar”, detalló Ortiz.

La informalidad argentina en números

“La reforma tributaria que necesitamos para competir y ganar mercados. Cómo transformar los costos en diferenciales de competitividad” fue el bloque inicial de la Conferencia de la Unión Industrial. Carlos Abeledo, presidente del Departamento de Política Tributaria de la UIA y César Litvin, CEO Lisicki Litvin & Abelovich fueron los que le pusieron cifras a la sobrecarga impositiva y a la informalidad en la Argentina.

En este marco, Abeledo explicó que para aumentar la recaudación un punto clave es incrementar el nivel de actividad económica lo que aumentará la base imponible. Sin embargo, esto debe hacerse a la par que se ataca la informalidad ya que, explicó el profesional, en la actualidad la base de recaudación tributaria está altamente concentrada. “En el país hay 7 millones de inscriptos de los cuales solo 1.000 aportan el 50% de la recaudación total”, expresó el tributarista. Y agregó que son 11.000 los inscriptos los que aportan el 70% de la recaudación.

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Fuente: Unión Industrial Argentina

Fuente: Unión Industrial Argentina

En este marco, Abeledo instó a atacar la informalidad que es lo que va a permitir que el sector fiscal se amplíe al tiempo que baje la presión impositiva. El dato explica la urgencia y la necesidad de la reforma tributaria que se reclama desde la UIA y que el Gobierno ha prometido. Esta “monstruosa” carga tributaria posee un carácter distorsivo y en cascada por lo que actúa como un lastre para la competitividad y la capacidad de las empresas para invertir y generar riqueza.

Martín Rappallini, presidente de la UIA, sintetizó la situación al decir que los argentinos “queremos acceder a productos de calidad global a precios globales por lo que se demanda un país eficiente y competitivo”. Es en esa línea que desde la Unión Industrial destacaron el contrato productivo que elaboraron en septiembre posee una visión compartida del desarrollo argentino. “Es de todos (trabajadores, empresas y estado) el compromiso de lograr una competitividad sistémica, excelencia para competir con el mejor precio y la mejor calidad”, destacó Rappallini.

Los principales problemas impositivos

La principal preocupación planteada en la conferencia radicó en la acumulación de impuestos distorsivos y en la ineficiencia de los mecanismos fiscales, que convierten el capital de trabajo de las compañías en un financiamiento forzoso y a tasa cero para el fisco. Livtin y Abeledo le pusieron nombre y apellido a las principales dificultades que hoy poseen las empresas y la industria con relación a los impuestos.

En primer lugar mencionaron los saldos a favor recurrentes tanto a nivel nacional como provincial debido a que se trata de un capital de trabajo que queda inmovilizado y afecta la liquidez de las empresas. Esta situación se ha convertido en una suerte de abuso por parte de los estados ya que dichos saldos que se cobran por anticipado, son devueltos tarde, mal y pronto. “Es importante que esos saldos se devuelvan en forma automática, ágil y sin vueltas”, coincidieron los profesionales.

Del mismo modo, se expresó que al no actualizarse los quebrantos en el impuesto a las Ganancias se afecta el derecho de propiedad y desincentiva la actividad económica. En este marco, César Litvin explicó que el sistema de percepciones y retenciones actual el contribuyente es acreedor del fisco. De este modo, el Estado se financia a tasa cero y obliga a buscar créditos más onerosos a las empresas.

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César Livtin y Carlos Abeledo

César Livtin y Carlos Abeledo

Otro punto que golpea fuerte a la industria son los impuestos distorsivos entre los que se destacan Ingresos Brutos a nivel provincial y los impuestos a los débitos y créditos bancarios que penalizan la formalidad. “Estos dos últimos significan un ingreso de 5,6% por lo que no será fácil reemplazarlos”, destacó Livtin. Junto con el impuesto al cheque, son tributos que gravan en casada las transacciones en lugar de hacerlo con renta final.

Normas rígidas y litigiosidad

Carlos Abeledo señaló que, si bien hay decisión política a nivel gubernamental de atacar los impuestos distorsivos, se necesita avanzar en un consenso fiscal que involucre a las provincias y municipios para modificar errores de concepción. La presión impositiva y la rigidez de las normas también tienen un impacto directo en otros costos que minan la competitividad, especialmente en Mipymes.

Patricia Ortiz destacó que las categorías, cargas y contribuciones laborales son distorsivas y que, en lugar de incentivar, desalientan la contratación formal. La complejidad y la litigiosidad llevan a que la informalidad se convierta en la forma “más práctica, rápida y barata de producir” para las pequeñas empresas al tiempo que las expone a posibles multas.

Luis Galli, CEO de Newsan, subrayó que es nueve veces más costoso llevar un contenedor por dentro del país que llegar hasta China. En este marco, comentó que la burocracia aduanera y portuaria son factores críticos de competitividad endógena. En este contexto, el sector reclamó “motosierra” para impuestos como el impuesto al cheque y las exportaciones así como un tratamiento prioritario y adecuado para las Mipymes en cualquier reforma tributaria gradual que se inicie.

Martín Cabrales destacó que la informalidad es lo que más perjudica al trabajador, pero que hoy se dan condiciones para que eso se cambie del mismo modo que se espera una reforma tributaria y laboral. “Los que pagan son cada vez menos y esperamos que se invierta el peso de esa carga”, comentó el presidente de la 31° Conferencia anual de la UIA. “Hoy está dada la oportunidad para que seamos protagonistas de ese cambio”, sumó Cabrales. Agregó que no se puede perder de vista que las pymes son el motor de la economía y que hoy hay sectores que están en muy malas condiciones.

Sobre el cierre, el flamante ministro del Interior, Diego Santilli, expresó que la informalidad es aporte cero y que luego del proceso de estabilización es importante empezar a generar pymes, las principales generadoras de empleo. “Vamos a plantear una modernización laboral clara y contundente que haga que saquemos de la informalidad a muchos argentinos”, prometió el funcionario nacional. Agregó que buscarán que se erradique la industria del juicio porque destruye a las pymes y encarece todos los costos en la República Argentina. Santilli también aseguró que el Gobierno encarará una reforma fiscal clara y en las tres dimensiones. Es decir, Nación, Provincia y Municipios.

El peso de los impuestos

El economista especializado en Desarrollo Productivo y director Ejecutivo de la UIA, Diego Coatz le dio un contexto al peso de los impuestos en la industria: “El sector aporta 17 puntos al producto bruto, pero contribuye en el 30% de la recaudación en todos los niveles. Por eso el tema tributario es tan importante para nosotros”. En este contexto, el planteo de la Unión Industrial con relación a las reformas estructurales se apoyan en que el 46% de los costos promedio de la industria se lo llevan los impuestos.

El 6% es energía, el 16% costo laboral, otro 6% logística y el 25% materias primas. Pese a las variaciones por industria, lo cierto es que el peso impositivo es un lastre que este año se ha visto agravado por dos motivos más. Uno tiene que ver con el incremento de las importaciones sin que haya otras regulaciones mediante. “Este año el déficit de manufacturas va a cerrar en U$S42.300 millones”, subrayó Coatz.

Aclaró que aunque el 80% de lo que ingresa no se produce en el país, es importante que lo que sí se fabrica acá gane competitividad y tenga mayor dinamismo. Este déficit se lo lleva en una buena parte China seguido por Brasil y Unión Europea. “Si a la Argentina le va bien vamos a importar muchos productos industriales más, pero es importante cuidar lo que sí está”, comentó Coatz.

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Sobre este punto, Martín Cabrales expresó que los industriales “no queremos privilegios sino reglas claras e iguales condiciones que en otros países”. Con relación a las reglas claras una situación que ha crecido y que atenta contra la industria argentina es el contrabando. Así lo expresó Luis Galli quien comentó que de 158 países, Argentina se encuentra en el puesto 120 con relación al contrabando y que el comercio ilegal que no se controla es un gran flagelo para la industria. Se trata de una suerte de círculo vicioso en el que una buena parte no paga ni es controlada y la otra debe asumir casi todo el peso de la carga y las necesidades recaudatorias del Estado.

Un reclamo por el repunte de la actividad

El jueves 13 de noviembre, día del la 31° Conferencia de la UIA, el Indec publicó las cifras sobre el sector industrial. Expresó que en septiembre de 2025, la utilización de la capacidad instalada en la industria se ubicó en 61,1%, nivel inferior al del mismo mes de 2024, que fue de 62,2%. El promedio es levantado por la Refinación de petróleo que es una de las áreas que ha venido en alza y que mostró un 88,9% de uso de la capacidad instalada. En contraposición, Productos textiles, Productos de Caucho y plástico y Metalmecánica marcaron un 37,1%, 42,8% y 43% de la utilización de su capacidad instalada.

En este contexto, el economista especializado en Desarrollo Productivo y director Ejecutivo de la UIA, Diego Coatz, recordó que hace 10 años que la industria no crece significativamente y que la actividad está amesestada desde hace 5 meses. “En particular rubros intensivos en trabajo como la metalemecánica, la construcción, la indumentaria, la madera o los muebles”, precisó Coatz. El profesional compartió un panel con Stéphane Séjourné, vicepresidente Ejecutivo de Prosperidad y Estrategia Industrial de la Comisión Europea y Martín Redrado, economista especializado en Macro y Economía Internacional, expresidente del BCRA.

Coatz expresó que el desafío actual es recuperar el sector y la actividad, pero que no hay magia para esto. En su presentación, el economista de la UIA expresó que los servicios subieron 280% en el último año mientras que la inflación general lo hizo 166%. “Hay que consolidar la baja de la inflación y pensar en los precios relativos que han mejorado en los últimos meses para consolidar los procesos de la industria”, destacó.

Cabrales, por su parte, hizo hincapié en el trabajo de desregulación del estado burocrático, pero reclamó seguridad jurídica y estabilidad para invertir y que llegen buenas inversiones. “El ADN industrial en la Argentina se nota en todas las economías y necesitamos un mercado interno vigoroso y potente así como reconstruir la clase media”, dijo Cabrales. Agregó que los industriales hacen productos para ser vendidos y que se necesita un entretejido potende de consumidores.

Expectativas

Hacia adelante, casi todos los expositores hicieron hincapié en la importancia del financiamiento accesible para el crecimiento y para competir de manera nivelada con los países competidores. “Creemos que la agenda de trabajo debe apoyarse en un sistema financiero que deje atrás la especulación y se oriente al desarrollo”, puntualizó Martín Redrado. Agregó que la reforma impositiva debe premiar la producción y la informalidad, la modernización laboral para darle futuros al trabajo, que proteja al trabajador e incentive la productividad y la capacitación.

Redrado sumó que Argentina necesita consolidar la macroeconomía para que se pueda producir más y mejor. “Hasta acá hay cuatro sectores que son competitivos que son el agro, la energía, la minería y los servicis del conocimiento, pero el país necesita un país integrado, una política integrada”, subrayó el economista. En este marco, sugirió que la segunda etapa del programa económico tiene que plantearse una agenda productiva, una que tenga en cuenta la heterogeneidad. Es decir, el desigual comportamiento de la industria de los sectores productivos y agenda de desarrollo.

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Redrado agregó que hacia adelante Argentina necesita un cronograma cierto, concreto, de la eliminación de impuestos distorsivos. “Y acá no se trata de crear nuevos impuestos sino que se trata de incorporar, de generar incentivos, para que haya una formalización”, puntualizó. Y enumeró: “Primero retenciones, segundo impuesto al cheque, tercero o, en conjunto, ingresos brutos”.

En línea, Coatz recordó que hay que sincronizar la agenda y el nuevo contrato productivo con la velocidad y la transición que es muy importante para las pymes. “Hay que avanzar en una agenda y hay que tener cuidado en la transición, entendiendo que el mundo está muy desafiante, para no decir otra palabra”, expresó el economista de la Unión Industrial. En el mapa colocó los cambios con la Inteligencia Artificial, el impacto de la geopolítica. “Si logramos administrar la transición e ir avanzando en una agenda que combine el crecimiento con mejora de la competitividad, realmente hay un sector industrial a la altura de las circunstancias”, se entusiasmó Coatz.

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