En un año, Mendoza recuperó casi 300 empresas formales

La mejora se concentra principalmente en comercio, turismo y transporte. Hay preocupación por el segundo semestre.

En un año, Mendoza recuperó casi 300 empresas formales
En doce meses se abrieron 91 comercios nuevos en la provincia. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

En el último año, la provincia sumó casi 300 empresas nuevas, con trabajadores en blanco. Según los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), en mayo de 2021 había 20.647 empleadores en Mendoza y en el mismo mes de este año se creció a 20.919. De todas formas, se debe aclarar que, si bien algunos rubros tuvieron una variación positiva, otros aún no logran recuperarse y la mayoría sigue con valores por debajo de los de 2019.

Comercio al por mayor y menor es uno de los sectores que ha tenido mayor crecimiento. De hecho, entre mayo de 2021 y de 2022 se incorporaron 91 empresas al rubro, ya que se pasó de 5.137 a 5.228 (+1,77%). En tanto, “información y comunicaciones” es la rama que tuvo un incremento porcentual más marcado, del 12,05%, al incorporar 37 firmas a las 307 que tenía el año pasado. También “servicios de alojamiento y servicios de comidaregistra una suba de 83 empleadores (había 834 y ahora hay 917).

Cantidad de empresas con al menos un trabajador registrado en Mendoza. Cifras de mayo 2021 vs mayo 2022
Cantidad de empresas con al menos un trabajador registrado en Mendoza. Cifras de mayo 2021 vs mayo 2022

En cuanto a los sectores que han tenido bajas, el de “intermediación financiera y servicios de seguros es el que más empresas perdió: 35 (-8,41%); seguido por “agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca”, con 29 firmas menos (-0,82%); y “servicios profesionales, científicos y técnicos”, con una reducción de 24 (-1,97%).

Qué pasa en la economía

Raúl Mercau, integrante del Observatorio Económico de la Federación Económica de Mendoza, señaló que estas variaciones son congruentes con los números del EMAE (Estimador Mensual de Actividad Económica del Indec), que también muestran que los sectores agrícolas y el financiero son de los que más han caído y que, como contraparte, el comercio ha tenido una recuperación importante. Y sumó que los mayores niveles de ventas han favorecido la recuperación de empresas en este último rubro.

El economista recordó que, en 2020, el nivel de actividad cayó casi un 10% y en 2021 se recuperó otro 10%, pero resaltó que no necesariamente son las mismas firmas, ya que cuando una cierra, es difícil que vuelva a abrir y toma un buen tiempo; además de que las “tasas de nacimiento y muerte” de las pymes son muy altas. No obstante, resaltó que lo interesante es que, durante el primer semestre de 2022, la economía ha crecido, en promedio, un 6% y que los datos de la SRT son alentadores, porque implican que no sólo incrementaron su actividad las empresas que estaban, sino que se sumaron nuevas.

Sobre el crecimiento del sector de servicios de alojamiento y servicios de comida, Adrián González, presidente de la Cámara de Hotelería de Mendoza -que representa a los hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas-, comentó que ha habido una reactivación importante del turismo, gracias al programa Previaje, que ha permitido dar continuidad a la afluencia de visitantes durante todo el año. También mencionó que, ante la incertidumbre, la gente no sabe si le conviene poner sus ahorros en un plazo fijo o comprarse un auto, y muchas veces opta por irse de viaje.

González explicó que en estos últimos meses ha crecido mucho la ocupación, incluso a niveles por encima de la prepandemia, y que eso ha provocado que las empresas necesiten más servicios y algunas sumen unidades de negocios. También ha posibilitado elevar el nivel de tarifas. “Las proyecciones son muy buenas, ya que se están incrementando las frecuencias de vuelos, se aguarda un nuevo Previaje y se han recuperado los congresos”, agregó.

En cuanto a la caída en el sector de intermediación financiera y servicios de seguros, Federico Pagano, gerente de Montemar, planteó que, ante un panorama de alta inflación, los negocios que venden bienes transables, como los supermercados y las tiendas minoristas, suelen tener mejor rendimiento que aquellos que ofrecen servicios.

Por otro lado, señaló que las personas no pueden dejar de comprar ciertos productos esenciales, como alimentos, aunque aumenten su precio, pero sí pueden reducir la calidad o suprimir ciertos servicios. Así, ejemplificó, pueden optar por un paquete común, en lugar de uno premium, de televisión por cable (o, directamente, darse de baja) o pueden pasar de un seguro total para el auto a uno contra terceros.

Pagano señaló que, cuando la inflación supera el 5% mensual, cuesta acostumbrarse a la suba de precios y los servicios en general resultan más castigados; pero resaltó que la situación de las empresas de intermediación financiera se ha visto agravada porque la gente toma créditos solo cuando anticipa que todo va a estar mejor; de lo contrario, no se anima a cambiar el auto o remodelar la cocina. “Las decisiones de endeudarse están relacionadas con una economía que crece y con expectativas de que las cosas van a andar bien”, expresó.

En Argentina, se explayó, el sistema financiero está totalmente condicionado por las medidas de política económica, ya que si un plazo fijo tiene una tasa, fijada por el Banco Central, del 70% y el encaje es del 20%, el costo del dinero en las entidades bancarias es del 87,5%. Si a eso se le suma el costo operativo y la cobertura de riesgo, la tasas para los créditos deberían ser del 120%, Es una alícuota muy alta para las personas, mientras que al inversionista le parece poco lo que le pagan por colocar su dinero en el banco. Además, no hay demasiados pesos en el sistema, porque la gente opta por monedas duras o por activos con valuación en dólares.

Pagano sumó que es preocupante que el sistema financiero, en lugar de expandirse, se esté contrayendo, ya que pierde su capacidad de apalancar el crecimiento. Para ilustrarlo, comentó que en el país el sector financiero no alcanza el 10% del PBI, cuando en Chile se ubica en torno al 115%.

Qué se espera para el segundo semestre

El economista Raúl Mercado consideró que es una gran incógnita “qué va a pasar en este segundo semestre” y explicó que la mayoría de los analistas piensa que se va a terminar 2022 con un crecimiento de entre 3% y 3,5%. Esto significa que, si hasta ahora se creció un 6%, va a haber muy poca expansión en los seis últimos meses del año, a la par de un aumento en los costos.

Es que, analizó, es de esperar que el dólar se vaya ajustando por encima de la inflación; que se mantenga la restricción de divisas para importar, lo que termina afectando en los niveles de actividad; y que haya subas en las tarifas de servicios públicos. Por otra parte, indicó que habrá que ver cómo evoluciona la gestión de Sergio Massa, que deberá seguir aplicando un ajuste del gasto público para alcanzar el déficit que estableció el FMI, de 2,5 puntos del PBI; y resaltó que todo ajuste en el gasto termina deprimiendo la economía.

En este sentido, Mercau planteó que habrá que ver qué empresas están más vinculadas a la inversión pública, por ser proveedoras del Estado. Es que, de los casi $ 130 mil millones que se va a ajustar, hay unos $ 20 mil millones, que correspondían a recursos hídricos. “Esos son los escenarios que habrá que monitorear, tanto en número de empresas, como en nivel de actividad y empleo, porque están conectados”, concluyó.

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