El Messi de la enología lanza su propio aceite de oliva

Alejandro Vigil salió al mercado con Old Tree Olive Oils. Se suma a los varios proyectos olivícolas de la provincia que tienen una relación con el mundo del vino.

Alejandro Vigil, el enólogo que quiere expandirse con varios proyectos olivícolas.
Alejandro Vigil, el enólogo que quiere expandirse con varios proyectos olivícolas.

Este 2020 hizo su debut en el mercado Old Tree Olive Oils, una nueva fábrica de aceite de oliva que llegó con la idea de promover una vida más saludable, basada en el consumo de alimentos de alta calidad, una dieta equilibrada y a la vez sabrosa. Más allá de ese beneficioso aspecto del proyecto, un detalle no menor es que detrás de todo esto está Alejandro Vigil el prestigioso ingeniero agrónomo, director de enología de Catana Zapata. 

Si bien el Messi de la enología no es el responsable de los cortes que salen al mercado en la empresa, es uno de los cuatro socios que en 2019 se unieron para darle forma a esta idea, que finalmente hizo su debut en enero de 2020. A punto de cumplir un año, Old Tree elabora 100 mil litros por año y sus productos son comercializados en todo el país por diferentes canales de venta y ha iniciado sus exportaciones a Paraguay y Chile.

“Siguiendo el patrón de desafiar conceptos tradicionales y marcar nuevas tendencias en el mundo de los alimentos y bebidas, y bajo el principio común que no existen límites cuando pensamos y creamos productos con amor, búsqueda de la excelencia, respeto por el consumidor y pasión por la innovación, fue así que la vida nos reunió, y juntos alcanzamos otro sueño”, dijo Fernando Casucci Portabella, ingeniero industrial y una de las cuatro partes que forman Old Tree junto a Vigil, Maria Sance y Pablo Sance. 

Casucci, quien es el maestro aceitero de la fábrica, contó que los aceites se elaboran siguiendo su fórmula. En un proceso similar a lo que sucede con los vinos, el ingeniero es el encargado de definir los varietales, los cortes y los blend que finalmente salen a la venta. Pero en ese proceso no está solo, sino que también participan Vigil y los hermanos Sance.

Los varietales elegidos por Old Tree son el Arauco, definido por Casucci como “el Malbec de los aceites en Argentina”, el Frantoio, de origen de la Toscana (Italia), el Arbequina, proveniente de Cataluña (España), y el Coratina, de origen en Coratolo (Italia). A partir de ellos, obtenidos de sus plantaciones propias de Maipú y aceitunas compradas de Lavalle, Rivadavia y Maipú, elaboran cuatro marcas de aceite de oliva extra vírgen de baja acidez: Lussuria, Coraggio, Bio Vita y Omerta.  

El maestro aceitero de Old Tree comentó que lo distintivo de sus productos es que las olivas se muelen en verde, algo que les permite ganar calidad, pero les reduce el rendimiento. Con este modo, obtienen un 12% de aceite puro luego de la molienda, alrededor de la mitad de lo que se obtiene con la oliva madura, que puede llegar hasta el 30%. 

Casucci explicó que ellos no mezclan los varietales, sino que se procesan cada uno de los cuatro que utilizan por separado y una vez ya completada la maduración en tanques de acero se realizan los cortes finales que son fraccionados en envases de 250 cc, 500 cc, 750 cc, 1.000 cc, botellón de 3.000 cc y bag in box de 5.000 cc. 

La combinación de vitivinicultura y olivicultura

La relación entre el mundo del vino y el de los aceites de oliva no es algo nuevo. Así como Vigil está incursionando en este rubro, es posible encontrar en Mendoza ejemplos de bodegas que vienen desarrollando la actividad desde ya hace bastante tiempo. 

Uno de los más antiguos la combinación de los dos mundos es Bodegas López. Desde hace 90 años, el establecimiento maipucino cuenta con su línea de aceites. Antes llamado Marilen y ahora conocido como López, se trata de un aceite de oliva extra virgen. 

En presentaciones de latas de 500 mil y 1 litro y botellas de 500 mil se elaboran a partir de distintas variedades (Frantoio, Arbequina, Manzanilla, Fraga, Nevadillo y Empeltre) plantadas en las fincas El Paraíso y Santa Teresita en Maipú y Los Maitenes de Lunlunta. 

Otro de los ejemplos es el de Familia Zuccardi. Además de sus bodegas cuentan con Zuelo, su línea de aceites de oliva. Sus aceites son Clásicos, Intenso, Suave y Novello y además suman un vinagre, todos elaborados a partir de sus 260 hectáreas ubicadas en Maipú y Cañada Honda en San Juan. 

Otro caso es el de Viña Las Perdices, que cuenta con su línea Cortijo El Olivar. Se trata de un blend de Frantoio, Empeltre y Arauco, elaborado con frutos provenientes de olivares propios en Barrancas, Maipú. Cortijo El Olivar se presenta en botella de 250 ml y de 500 ml y en bag in box de 3 litros. “Prácticamente no existe en Argentina otro aceite de oliva que se ofrezca en este formato. Estoy muy contento porque es totalmente innovador y quisimos aventurarnos. No tenemos dudas de que, por lejos, es el mejor envase para un aceite”, afirmó Juan Carlos Muñoz, presidente y Winemaker de Viña Las Perdices. “Apunta al canal comercial, como también al consumidor final”, completó.

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