30 de septiembre de 2025 - 10:14

El INV cambia el sistema de traslados: qué pasará con los vinos

El INV estableció un nuevo esquema de información obligatoria para los traslados de vinos que simplifica el actual sistema. Qué se eliminó.

El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) dispuso cambios regulatorios de peso que eliminan el Certificado de Tránsito (CT) como requisito formal para el traslado de vinos. De acuerdo con la norma publicada en el Boletín Oficial, el sistema será reemplazado por un nuevo esquema de comunicación de datos que deberá acompañar los movimientos de vino y mosto.

INV: qué deja de exigirse, qué debe informarse

Hasta ahora, el Certificado de Tránsito funcionaba como documento físico obligatorio, acompañando a la mercadería durante todo su desplazamiento, y certificaba legalmente el origen, destino, estado y condiciones del producto. Con la nueva normativa, ese certificado oficial queda derogado.

En su reemplazo, el responsable del traslado debe informar al INV los siguientes datos al momento de la operación:

  • Volumen del producto trasladado.

  • Estado del producto (vino, mosto, etc.).

  • Si el producto está homogeneizado o no.

  • Datos analíticos: grado alcohólico y porcentaje de azúcar.

Este cambio orienta el control hacia una declaración de datos más focalizados y digitales, dejando atrás una suerte de “carnet de viaje” formal del producto.

INV Instituto Nacional de Vitivinicultura
Frente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, la Nación pasara a disponibilidad a 49 empleados del INV.

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Plazo para objeciones: 30 días que cambian la dinámica

Otra novedad significativa es que el receptor del envío tiene un plazo de 30 días para manifestar alguna objeción o rechazo respecto de los datos informados o del estado del producto. Si durante ese lapso no formula observaciones formales, se entenderá que el envío ha sido aceptado tácitamente.

Este mecanismo introduce un quiebre: antes, cualquier disconformidad podía implicar revisiones, devoluciones o intervenciones administrativas prolongadas. Ahora, la falta de respuesta implica aceptación automática, lo que fuerza a destinatarios a estar más atentos a los plazos y al control interno.

Qué implicancias tiene para el sector

Para muchas bodegas, cooperativas y operadores vitivinícolas, la eliminación del CT supone una reducción de trámites y costos asociados. También puede agilizar los tiempos de despacho y administración logística.

La nueva normativa del INV marca un giro hacia la digitalización y simplificación en el control de traslados vitivinícolas. Se abandona un mecanismo tradicional —el Certificado de Tránsito— y se avanza hacia la comunicación de datos clave, con plazos explícitos de aceptación. Ahora resta ver cómo se articulará en la práctica y si logrará reducir la burocracia sin debilitar la fiscalización del sector.

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