El déficit público se redujo 38% en octubre por una fuerte desaceleración del gasto

Las erogaciones primarias subieron casi 25 puntos menos que la inflación. Las transferencias a provincias fueron las que más sufrieron el recorte.

Historia de los ministros de Economía de Argentina
Historia de los ministros de Economía de Argentina

El déficit de las cuentas públicas en octubre alcanzó a $129.122 millones, lo que representa una reducción de 38,3% contra el mismo mes del año pasado, a partir de una desaceleración del gasto, donde las transferencias a las provincias resultó uno de los ítems que más se moderó.

Los gastos primarios aumentaron el mes pasado 63,5% a $1.603.707 millones, contra una inflación de 88%. En cambio, los ingresos subieron 94,5% a $1.500.658, por aumento del IVA, el pago de la primera cuota del adelanto extraordinario a empresas, y el alza en retenciones por efecto del dólar soja.

Con este resultado, en 10 meses el desequilibrio de las cuentas públicas trepó a $1.225.174 millones. Según el acuerdo firmado con el FMI, el déficit fiscal de Argentina al cierre de 2022 no debe superar el 2,5% del PIB, equivalente a unos $ 2 billones.

El último trimestre del año es el de mayor exigencia fiscal dado a las erogaciones que demanda habitualmente este período, como por ejemplo el pago de aguinaldos a estatales y al sector pasivo.

Entre otros aspectos, para alcanzar la meta de 2022 Economía contará con el auxilio de la suba de tarifas que comenzó a operar desde el 1° de octubre y permitirá una reducción de los subsidios.

De acuerdo a la planilla oficial que difundió el ministerio de Economía, la mayoría de los gastos “corrieron” por debajo de la inflación, aunque las transferencias corrientes y de capital a las provincias fueron las que más lo hicieron.

Dentro de los gastos corrientes, las prestaciones a la seguridad en todas sus categorías aumentaron 70,5%, sufriendo una pérdida real contra la inflación.

En subsidios el aumento interanual fue de 49,1%, con un alza de 60,7% en los energéticos y 17,7% en el caso de transporte.

En tanto, las transferencias corrientes a provincias se ajustaron apenas 28,1%, a partir de subas de 86,7% en educación, 39,2% en salud pero con una reducción de 50,7% en seguridad social.

Los gastos de capital –que son los destinados a financiar inversiones- se expandieron 97,4%, pero fue la Nación la que capturó más fondos.

Para el sistema energético se cuadriplicaron las erogaciones para la Nación, mientras que a provincias se envió apenas un 13,2% más.

El caso del transporte la Nación recibió un 43,3% más de fondos respecto al año anterior, mientras que a las jurisdicciones del interior se les recortó un 52%.

En lo que respecta al rubro vivienda los planes del Gobierno nacional recibieron $ 17.788 millones, un alza de 1555%, que se contrapone con el 4,9% de más que recibieron las provincias.

La situación de las cuentas públicas provocó un cruce entre el ministro de Economía, Sergio Massa, y su predecesor en el cargo, Martín Guzmán. Al reaparecer en la vida política nacional el ex funcionario defendió su gestión al negar que haya implementado un ajuste y fustigó las críticas que le dispensaban a diario los referentes del kircherismo. Guzmán era acusado de no expandir el gasto para atender a los sectores de menores recursos.

Massa recogió el guante y afirmó que cuando llegó al Palacio de Hacienda el rojo fiscal era de 12,5 puntos del PIB, con lo cual tuvo que reformular el sendero de gastos del Estado.

Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso Nacional (OPC) reveló que los gastos primarios entre enero y junio experimentaron un incremento de 12,5% en forma interanual, situación que se revirtió entre julio y octubre. En ese período el gasto se redujo 16,2%.

La OPC puso de relieve que “por primera vez en el año, los principales rubros del gasto se contrajeron en la comparación octubre 2022 vs octubre 2021″ y “el nivel de ejecución de los gastos acumulados a octubre 2022 es inferior al año previo, tanto en los gastos corrientes como de capital”.

Menor crecimiento

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó una fuerte desaceleración de la economía Argentina, y puso bajo cuestionamiento las previsiones del gobierno nacional.

Para la entidad, durante 2023 la Argentina crecerá apenas 0,5%, que luego del 4,4% que se expandirá en 2022 resulta sólo un crecimiento estadístico “por arrastre” que no tendrá ningún impacto en la población.

La OCDE es la primera organización que pone en revisión la pauta de incremento del PIB de 2% que plasmó el Gobierno en el presupuesto y que además convalidó el FMI en sus últimos informes.

“El gasto público caerá durante 2022 y 2023, a medida que se retire el apoyo fiscal relacionado con la pandemia y se reduzcan los subsidios a la energía”, estimó OCDE y afirmó que aun así el cumplimiento de los objetivos del FMI requerirá una mayor restricción del gasto”.

Dólar con resultado dispar

En tanto, la divisa mostró un comportamiento dispar con el informal en alza y las alternativas financieras cediendo.

El dólar buen subió $2 a $308, mientras que el Contado con Liquidación cayó 0,40% a 330,90 y el MEP 0,20% a $312,80.

El dólar oficial se depreció 0,76% y quedó en $171,52. En consecuencia el dólar ahorro quedó en $283,01 y el dólar para turistas con gastos por arriba de US$300 en $343,04.

En su operación en el mercado de cambio el Banco Central adquirió US$1 millón. De esta forma en el mes acumula una pérdida de US$950 millones.

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